¿Y tú solo piensas o razonas?

  • Por: Josman Espinosa Gómez

Muchas veces has de haber escuchado comentarios sobre si una persona es más inteligente que otra, o que, si alguien tomo de manera mucho más racional el problema que enfrentaba que otro, y probablemente estas ideas han de hacerte preguntar si ¿ser inteligente es lo mismo que ser racional?

Tal vez no todos los sabemos, pero pensar y pensamiento no son lo mismo, ya que pensar es una actividad mental común a todos los seres racionales; pero el pensamiento, es individual e intransferible a cada persona y, por eso, no tiene porqué ser el mismo en todas ellas. La distinción entre ambos conceptos se refleja en el hecho de que muchas personas pueden tener un mismo pensamiento; pero el proceso psíquico seguido para obtenerlo y conseguirlo es estrictamente personal, distinto e intransferible. Por lo que pensar es una actividad y el pensamiento el resultado de esa actividad.

Kahneman y Tversky en diversas investigaciones han demostrado las diferencias entre estos dos conceptos y junto con las investigaciones de Stanovich, han señalado que los humanos somos esencialmente irracionales; sin embargo, mostraron que:

“El hallazgo más importante fue que la irracionalidad (o lo que llamaron disracionalidad”), se correlaciona de manera relativamente débil con el Coeficiente Intelectual (CI)”[1]

Lo que quiere decir que una persona con un CI alto tiene las mismas probabilidades de padecer -disracionalidad- que una con un CI bajo; en pocas palabras, el que seas más inteligente, puede no tener casi nada que ver con que seas una persona racional, es más, las personas inteligentes pueden ser más propensas a caer en decisiones irracionales.

Dicho lo anterior, no es correcto decir entonces que algo es –impensable- cuando lo que queremos decir es que -no es razonable-. Pensable puede ser cualquier cosa; pero no todo lo que se piensa es razonable. Razonar es reflexionar y tomar partido por una opción, idea o decisión determinada.

Así que después de estos nuevos hallazgos, podríamos mejor esforzarnos en ejercitar nuestra racionalidad todos los días, en lugar de preocuparnos en saber que tan inteligentes somos; ya que al final la vida se trata procurarnos el mayor bienestar posible, tanto personal como de los que nos rodea y ser racionales puede ser una gran herramienta para ello.

[1] Puedes acceder a leer el artículo completo escrito por David Hambrick y Alexander Burgoyne para The New York Times en su sección en español. https://www.nytimes.com/es/2016/09/22/no-es-lo-mismo-ser-racional-que-ser-inteligente/?rref=collection%2Fsectioncollection%2Farchive&action=click&contentCollection=psicologia&region=stream&module=stream_unit&version=latest&contentPlacement=1&pgtype=collection