¿Y tú siempre estás ocupado?

NOSCE TE IPSUM Por: Josman Espinosa Gómez

“Sentado, sin hacer nada, la hierba crece y la primavera llega por sí sola”, dice el proverbio zen que nos habla de la posibilidad del no-hacer como postura paradójicamente activa frente a la realidad y sus exigencias; sin embargo, en una sociedad como la nuestra, estar siempre ocupado pareciera que es la etiqueta de tener éxito. ¿Cuántas veces te has podido quedar quieto como ejercicio de tranquilizar la mente? De hecho, cuando decides quedarte sin hacer nada o decides pasar las tardes de manera relajada en el sofá, hay cierta sensación de incomodidad, incluso de culpa, como si por ley no estuviera permitido estar francamente inactivo ¿o no? Así que parece que la regla en la vida actual es estar siempre ocupado, el tener siempre cosas que hacer para sobrevivir o demostrar el éxito rotundo, y generalmente, esto empieza desde que somos niños, con una cantidad excesiva de actividades extracurriculares para que nos mantengan ocupados el resto de día para no estar molestando.

En la actualidad, pareciera entonces que estar ocupado es un estilo de vida obligatorio y hasta deseable, pareciera que la enfermedad de estar ocupado es la respuesta a un sistema de explotación, donde ésta destruye todo sentido de bienestar, salud e incluso espiritualidad. Desde el ámbito de la salud mental, el workaholism –la asociación de los términos para “trabajo” y “adicción” en inglés– es una enfermedad que impide mantener una conexión entre mente y cuerpo y, por lo tanto, dificulta saber estar en el presente en el marco de nuestras interacciones sociales y donde en muchos casos incluso puede sabotear la experiencia de estar con los demás.

Hoy en día la tecnología se ha convertido en un factor que suma a esta situación extendiendo los horarios del trabajo a una especie de tiempo sin límites que se extiende incluso a privarnos de nuestros propios espacios privados, siendo este un estilo de vida que nos acerca a las personas y sociedades a las patologías de nuestra época como la ansiedad y depresión y la incapacidad de vincularnos con el otro de manera afectiva.

Pero no todo está perdido, los expertos en salud mental recomiendan que nos sensibilicemos a las ideas que no todo el tiempo debe de estar ocupado, y mucho menos si lo vamos a ocupar en sumergirnos solo en las nuevas tecnologías, así que si podríamos tener un remedio para ello ante estos males del siglo XXI, ser recomienda no dejar de lado los vínculos personales (esto es, estar con el otro sin la constante interrupción de mensajes ni correos), el cuidado de uno mismo tomando en cuenta las necesidades del cuerpo y la mente, y si a eso sumamos detalles humanos como un abrazo, o la atención presente durante una conversación, un saludo o tan solo un gesto de empatía, es la forma que de manera sencilla pero práctica, seguramente estaremos abatiendo de alguna manera ésta casi obligación de estar ocupados, en que nuestros tiempos estén llenos, pero de algo realmente significativo para nuestra vida y los que nos rodean.

Los miedos a ser padre

MÁS EN BRUNOTICIAS

Esta y más información léala, véala o escúchela en BRUNOTICIAS. Síganos en nuestras redes sociales Facebook @Brunoticias. Twitter @Bru_Noticias. Suscríbase a nuestro canal de YouTube Brunoticias o descargue nuestra App para teléfonos móviles y tabletas con sistema Android y iOS es gratis. Brunoticias, periodismo responsable.