• Crónica de Carmen Trejo Lara

Vista Hermosa, Michoacán. 22 de noviembre de 2017.- Un par de tarimas señalan el lugar en donde hasta antier se encontraban las bombas despachadoras de diésel. Hay maquinaria pesada que remueve los escombros que dejó. La cal esparcida en el suelo busca ocultar los restos del lamentable hecho. Fue el martes 21 de noviembre una fecha que marcará a Vista Hermosa, Michoacán.  De los cientos, tal vez miles de trailers que a diario circulan por el municipio. Uno, un tráiler embistió la gasolinera y arrancó la vida de seis personas.

El ulular de las sirenas alertaron a los habitantes de Vista Hermosa. La información empezó a circular por el mejor medio posible. De boca en boca. – “Se voltió un tráiler por la gasolinera”- Decían caminantes y marchantas. Aún se desconocía la magnitud este accidente.  Más de un curioso decidió ir, como hechizado por los cantos de las sirenas. Al llegar, algunos quedaron petrificados, como si hubiesen visto a Medusa.

 

La gasolinera que marca el ingreso a Vista Hermosa y la bifurcación de caminos era una zona de guerra. Un tráiler impactó contra el expendio de combustibles. Los daños materiales dejaron irreconocible la estructura. El colosal peso del camión se llevó consigo, como segadora, otros dos vehículos más. Ahí también terminó con vidas inocentes, en un abrir y cerrar de ojos, su existencia terminó.

Si viajas en auto, la cuesta es casi imperceptible. Yendo en un vehículo pesado, la física, la inercia, la falta de frenos, el peso, se convirtieron en arma mortal. Hay versiones que narran la escena sacada de una película de terror. La caja comenzó a zigzaguear ante los ojos de los testigos, llegó a girar antes de golpear. La ficción se volvió realidad pero los sistema de seguridad funcionaron, por lo menos en la gasolinera. De no haber sido así, narraríamos un infierno en la tierra.

“Fueron unos niños y hasta una señora”. Decían impactados los presentes al momento de recuperar los cuerpos de quienes ya habían perdido la vida. Algunos curiosos habían acudido al lugar del accidente y decidieron regresar a sus hogares ante la impresión. Mientras ellos volvían los detalles regresaban con ellos.

Las descripciones del momento le enchinan la piel a cualquiera.  Al menos así lo dicen quienes fueron testigos de este desafortunado momento. Ahí, las existencias de Pedro Hernández Zuno, Salvador García Hernández, Bertha Curiel Barajas, Jonathan Ramón García Curiel, Ian Ernesto García Curiel y Erika García Curiel se extinguió.

Lágrimas en El Alvareño

“El pueblo se siente triste y no es para menos”, el terrible accidente que cobró la vida de seis personas, entre ellas dos menores, es el tema de esta mañana. Con cada uno de quienes iniciaban esta conversación dejaban escapar un pesado suspiro que no puede significar otra cosa más que el dolor solidario que esta comunidad siente.

“La mayoría eran del El Alvareño, pero está aquí pegadito, es como si hubiera pasado aquí”, dicen unas voces en el local en donde espero el transporte. “Lo están velando aquí”, se refieren a aquel trabajador que en este fatídico momento llenaba un tanque. Un padre de tres niños que sólo salió a trabajar pero que ya no tuvo la oportunidad de regresar.

“Uno de ellos era compañero de mi hija”, dice la madre de una estudiante del Colegio de Bachilleres. La estudiante menciona que sus compañeros van camino al velorio. Las redes sociales están llenas de fotos, de moños negros, de frases, de lágrimas.

La especulación está a la orden del día. Una versión dice que los niños y la mujer son familiares del chofer. “El chofer del tráiler también murió”, cuentan otras personas. Incluso narran que ante la conmoción el chofer del tráiler decidió pasar a una tienda y comprar leche “para el susto”, y un momento después murió debido a un infarto. No falta quien dice que está prófugo y también que los lugareños lo retuvieron y entregaron a las autoridades. Todos dicen saber la verdad. Aunque la única versión que nadie discute es la que cuenta de media docena de almas que ya no están en este mundo.

Son tantas las voces que cuentan cada una su versión. Unas dicen algo nuevo o dan sus propias suposiciones. De entre todas ellas suena sólo algo en común, todos se unen a la pena de las familias afectadas. Todas sienten la tristeza y la pérdida como si fuera suya. Cada una espera que nunca se vuelva a repetir una historia así. Si bien esto ya no tiene solución se espera que el peligro que representan estos vehículos de pesada carga pronto tenga una mejora.

Nota del editor

En El Alvareño hacen fila los ataúdes. Con ellos también hacen una línea monedas y billetes para ayudar a las familias de luto. La solidaridad en Vista Hermosa vuelve a surgir, el pueblo pagará, una vez más, la ineficacia, la ineficiencia, la falta de voluntad política de las autoridades. ¿Dónde está el alcalde, las diputadas, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, el Gobernador, la sociedad civil exigiendo la aplicación y la revisión de los estándares de pesos y medidas en los transportes de carga? Las iniciativas de ley paradas por los transportistas, el Secretario de Comunicaciones atrapado en un socavón de acusaciones de corrupción, el gobernador recuperándose del jet lag por su viaje a China, las diputados cobrando jugosos aguinaldos y un Alcalde que nunca está en su oficina. ¿La sociedad, la gente va a decir algo? ¿O se quedará llorando en espera de la siguiente tragedia?