¿ Terapia yo ? Pero si no estoy loco

NOSCE TE IPSUM

Por el Dr. Josman Espinosa Gómez

Si nos duele algo, vamos al médico; si se descompone el auto, lo llevamos al taller; si necesitamos un servicio para una fiesta, lo contratamos; y todo lo anterior es buscando estar bien y tranquilos ¿correcto? Entonces, por qué cuándo se trata de nuestro bienestar personal optamos dejarlo pasar o hasta negarlo.

¿Acaso crees que vivir estresado, enojado, temeroso, cansado, culpando a otros, envidiando a los demás, con ataques de celos, siendo violento o dejando que lo sean contigo, es normal?

La salud mental y la regulación de nuestras emociones es tan importante como cuidarse una gripa o el tratamiento de un cáncer, porque en el momento que no somos capaces de controlar nuestras emociones, estamos propensos a tener un arrebato de descontrol y cometer algún acto del que podríamos arrepentirnos el resto de nuestra vida. Pero sobre todo, atendernos a nivel psicológico y emocional, es un acto de responsabilidad personal, y nada ni nadie puede tomar esa decisión por nosotros salvo nosotros mismos.

Si bien es cierto que hay muchos comentarios -no siempre positivos- respecto a la terapia psicológica o ir al psicólogo; tomar la responsabilidad de procurar nuestra salud mental y emocional es ante todo un acto de inteligencia, coraje y amor por la vida, empezando por la propia. La terapia brinda un sinnúmero de beneficios:

  1. Mejora la salud y calidad de vida al ser un acto de congruencia
  2. Contribuye al desarrollo de herramientas para enfrentar los conflictos de mejor manera
  3. Ayuda a cambiar nuestra forma de pensar, ampliando nuestra visión
  4. Beneficia la autoestima y seguridad personal
  5. Mejora la manera en que nos relacionamos con nuestro entorno y quienes nos rodean
  6. Se vuelve un espacio de motivación constante y de crecimiento personal
  7. Ayuda a vivir más y mejor, al cambiar nuestras estructuras cerebrales
  8. Replantea nuestros objetivos de vida y nos permite generar estrategias adecuadas para lograrlos

Y si tiene tantos beneficios personales y mejora nuestras vidas ¿porque no lo hacemos?

Para ir al psicólogo no necesitamos estar locos o en crisis. Según el diccionario y los que saben, el loco “es aquel que ha perdido la razón” y si ir al psicólogo es para mejorar mi calidad de vida en todo lo que hago y con quienes la comparto, ¿quién podría haber perdido más la razón, el que va al psicólogo o el que no quiere ser feliz?