PROPÓSITO DE VIDA

Nosce Te Ipsum

por Josman Espinosa Gómez

Si todos los días al levantarnos nos preguntáramos ¿cuál es la razón por la que hoy tendría que ponerme de pie hoy? Quizás diríamos que, por nuestros hijos, por nuestro trabajo o para pagar deudas. Sin embargo, ¿cuántas veces podríamos ser claros en el sentido de vida, en el propósito de cada día y en la misión a cumplir en nuestra vida?

Para vivir bien necesitamos establecernos metas y definir una serie de objetivos que nos permitan dotar a nuestra vida de sentido. Desafortunadamente, en ocasiones pareciera que ese sentido lo hemos depositado en las manos de alguien más y que son los otros quienes nos dicen qué ver, qué hacer, qué comprar, qué necesitar e incluso qué es lo que debemos querer de la vida. Para evitar esto, es necesario tener sueños y objetivos propios que nos den una razón real por que levantarnos todos los días. Sin embargo, cuando no somos capaces de encontrar lo que queremos o no estamos convencidos de lo que supuestamente creemos necesitamos hacer un alto y reflexionar sobre lo que verdaderamente tiene sentido para nosotros en la vida y volvernos conscientes del por qué estamos aquí.

¿Y cómo identificar nuestro propósito de vida? Este tiene que ser real. No puede ser excesivamente ambicioso sino más bien alcanzable. Debe implicar metas personales, es decir, orientadas hacia nuestra persona y no hacia los demás. Y lo más importante es tener la certeza de que lo que hacemos todos los días, es algo que nos hace felices y nos mantiene motivados para seguirlo haciendo incluso en los días no tan buenos. El objetivo de tener un propósito en la vida, es que este genere más metas, más sueños y cada vez más objetivos a cumplir, con la única intención de que al llegar la noche e irnos a la cama estemos seguros de que ha valido la pena vivir el día que estamos concluyento y saber de antemano que el siguiente, con sus retos y circunstancias, valdrá la pena también.

Entonces ¿ya sabes cuál es tu propósito?