Tuxtepec, Oaxaca. marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- México se cataloga entre los cinco países con megadiversidad 12 por ciento de la existente en el planeta. Entre sus tesoros naturales más conocidos en el mundo se encuentra la vainilla, misma que desde su descubrimiento en la época de la conquista en el siglo XVI, se ha posicionado como uno de los productos más comercializados.

Utilizada en la industria de la perfumería y en la elaboración de alimentos, la vainilla es una especia de gran demanda mundial.  Se necesitan al menos cuatro mil toneladas para satisfacer la demanda del comercio internacional, pero debido a problemas de producción, son solo dos mil toneladas las que se emplean anualmente.

Factores como el cambio climático, disminución de la superficie sembrada, plagas y falta de recursos económicos de los agricultores, han propiciado una baja preocupante en la producción de vainilla en el país.

Experta en el tema, la doctora Araceli Pérez Silva, catedrática en el Instituto Tecnológico de Tuxtepec (ITTUX) se ha dado a la tarea de investigar esta planta, y así dar pie al desarrollo tecnológico para elevar la calidad, conservación y transformación de la vainilla. Forma parte de un grupo interdisciplinario dedicado a la investigación y conservación de la vainilla mexicana.

El área de investigación de la doctora Pérez Silva es la evaluación de la potencialidad y calidad aromática de la vainilla. En junio de 2015 realizó una estancia en el Centre de  Cooperation Internationale en Recherche Agronomique pour le Développement (CIRAD), en Francia, colaborando en la optimización y análisis para identificación de los compuestos volátiles de Vanilla odorata.

“La vainilla es fuertemente valorada por su aroma, este es el principal atributo que la distingue. Sin embargo, estudios científicos realizados han evidenciado que la vainilla posee otras propiedades como antioxidantes, antimicrobianas y antifúngicas”, entre otras, revela la doctora Pérez Silva.

Desde 2015 la experta dirige el proyecto de evaluación de los precursores aromáticos durante el desarrollo de frutos provenientes de diferentes variedades de Vanilla planifolia nativas de la Chinantla en el estado de Oaxaca, proyecto financiado por el Tecnológico Nacional de México.

El estado de Oaxaca posee la diversidad genética de vainilla más grande de México, por lo que es importante el rescate y conservación de estas especies. La Red Vainilla ha resguardado muestras de estas especies en el banco de germoplasma para continuar su estudio.

El objetivo principal de trabajar con la vainilla mexicana es rescatar un cultivo de origen mexicano y que actualmente enfrenta serios problemas. Profundizar los conocimientos en esta área permitirá aprovechar los recursos genéticos en beneficios del sector productivo y de la población. Es decir, generar conocimiento científico que aplicado beneficie a los productores, industriales y consumidores de vai-nilla.

Araceli Pérez Silva, investigadora del ITTUX experta en vainilla.

Araceli Pérez Silva, investigadora del ITTUX experta en vainilla.

“El uso y consumo de un producto natural con impacto positivo en la salud, como lo es la vainilla, debe ser promovido, pues 98 por ciento de la población que ha consumido un producto con ‘aroma vainilla’ ha sido aromatizado con vainillina sintética”, indica la doctora Pérez Silva.

Para lograr una mejora en la producción de la vainilla en México, se deberá trabajar en el fitomejoramiento mediante el aprovechamiento de variedades y especies silvestres de vainilla, que permita generar plantaciones con resistencia a plagas y productoras de vainas con atributos aromáticos sobresalientes.

La investigadora comenta que en México se produce esta especia con una gama de perfiles aromáticos y que estos dependen de la zona de producción, condiciones climáticas (año de cosecha) y del beneficiado de las vainas.