PREGUNTA INDISCRETA

Por Bruno Eduardo Aceves Alejandre

“Si defiendes la educación pública, enseña en sus aulas.

Si promueves la escuela privada, cierra esas aulas”   
El Oso Bipolar

La lección que dieron ayer a los piedadenses los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) fue realmente valiosa. Ellos hablan de su lucha gremial, de dar marcha atrás la reforma educativa que los afecta, de que se está privatizando la educación, de que nos les han pagado. Pero el aprendizaje que resultó fue cómo perder el tiempo de los demás sin conseguir su objetivo.

Hace unos días un Alcalde me preguntó al ver una manifestación de los docentes en la plaza de su municipio cual era mi opinión al respecto. Le respondí en una sola frase: Puedo entender su malestar, pero no el por qué hacer perder a otros, sobre todo a los niños, el recurso más valioso… el tiempo.

Con lo que pasó ayer en bancos, comercios y plazas comerciales volvió a quedar de manifiesto eso. Buscan hacer perder el tiempo. Pero ahora lo hicieron no solamente a sus alumnos, también a cuentahabientes, amas de casa, empleados de empresas, proveedores, comerciantes, empresarios, sólo por mencionar algunos. Fue una medida de presión inútil que generó más animadversión que solidaridad.

Nuestros niños, siguen en la tarea de perder el tiempo. No faltará quien me diga que los profesores les dejan trabajo para que los infantes no se retrasen. Quizá alguno me llame neoliberal, gobiernista, entre otros epítetos. Sin embargo, a ellos les pagamos (los contribuyentes) para dar clases. Y no digo que dejen de luchar, digo que cumplan y luego luchen. O como reza el proverbio: primero la obligación y luego la devoción.”

Si los profesores querían atención realmente la obtuvieron, sólo que la opinión que dejaron entre la gran mayoría de los piedadenses no es la que buscan para respaldar su lucha. Entre mercadólogos, politólogos y estudiosos de la opinión pública tienen una frase corta pero contundente: “Percepción, es realidad”. La percepción que se tiene de los profesores cada día es peor. Sólo basta ver los comentarios en las redes sociales que se dieron. Mismos que quisieron ser opacados por una contra-campaña de los propios docentes.

El tiempo perdido no volverá. ¿Cuánto es? usted puede sacar la cuenta, basta hacer una multiplicación sí, esa operación aritmética que le enseñó a hacer un maestro que sí asistió a su trabajo- los días sin clases, por las horas descontando recreos, por el número de alumnos de cada escuela, a eso súmele los  minutos perdidos ayer de todos los afectados por una manifestación que no cambió absolutamente nada. El número que obtenga es aquel del tiempo desperdiciado.

En este día y los subsecuentes: el cajero, el cuenta-habiente, el empleado, el comerciante, el ama de casa, sí tendrán que reponer, de su tiempo, lo que no pudieron hacer gracias a los profesores manifestantes. Probablemente se acumuló su trabajo, paguen de nueva cuenta transporte público, o dejen sus ocupaciones primordiales para realizar lo que ayer no pudieron. Esos son los “daños colaterales” que deja una manifestación mal dirigida y en contra de quienes ni la deben o la temen, es decir los ciudadanos de a pie.

Lo peor del caso es que hoy siguen las cosas como ayer, no mejoraron en esencia nada y resolvieron ninguna de sus peticiones. La Reforma Educativa permanece vigente, la amenaza de despido sigue en ciernes. Fue una jornada que sólo cambió para peor la percepción que muchos tienen del magisterio. No creo que hayan ganado muchos simpatizantes y en cambio si muchos detractores. En pocas y llanas palabras, una lucha inútil, una batalla donde todos perdieron, principalmente la propia CNTE.

Durante los más de tres lustros que he tenido la fortuna de asistir a las aulas de los distintos niveles de instrucción me han evaluado con exámenes, ya sea escritos, orales o pruebas como ensayos en los que debo demostrar que adquirí un conocimiento, en qué grado, o bien comprendí las lecciones. Sigo sin entender por qué ellos, que aplican exámenes, no quieran someterse a uno.

Comprendo la carga de trabajo, los horarios laborales, los derechos gremiales. Pero como dijo un personaje de Los Simpson “¿Alguien quiere pensar en los niños?”. El docente luchando, también está enseñando, gritan las consignas y tienen razón, pero deberían reflexionar si es eso lo que quieren que aprendamos, por ejemplo a hacer perder el tiempo de los demás, prueba de ello, son los hechos de este jueves. Mientras tanto, a ver si le pueden devolver su tiempo a los terceros afectados, aunque sea un segundo.

Pregunta muy Indiscreta:

¿Alguien les avisó a las autoridades de la afectación a los piedadenses, o todos se fueron de vacaciones?