• Se sigue tirando 93 por ciento de la comida que se desperdicia en Jalisco, actualmente los bancos de alimentos sólo rescatan el 7 por ciento.

Tlaquepaque, Jalisco. 18 de octubre de 2017.-Un millón 300 mil jaliscienses viven en pobreza alimentaria. Actualmente los bancos de alimentos rescatan siete por ciento de la comida que se desperdicia en la localidad. Cada punto porcentual alcanza para atender a 13 mil personas.

El proyecto Jalisco sin Hambre, coordinado por el ITESO, lleva desde marzo pasado trabajando en iniciativas para evitar los desperdicios y hacer que el alimento donado a los bancos de alimentos llegue a tiempo a quienes más lo necesitan. Para este fin, se ha trabajado en mejoras de logística y de tecnología. Ahora se quiere incidir desde el marco legislativo.

Por ello, ante diputadas y diputados del congreso estatal se presentó la iniciativa de Ley Jalisco Sin Hambre.

“Jalisco es un gigante alimentario en México, con cosechas que se quedan sin levantar en los campos y toneladas de comida desperdiciada en los supermercados, en los comercios, en las casas. Por una parte, hay hambre, por otro lado, hay exceso de alimentos y la ciencia y la tecnología pueden ponerse al servicio de la gente”, dijo Morris Schwartzblat y Katz, director general de Ciencia y Desarrollo Tecnológico del Gobierno de Jalisco.

La iniciativa, presentada por Jesús Rivera, investigador asociado de Jalisco Sin Hambre e integrante del Observatorio Legislativo del ITESO, tiene tres partes: la primera trata de prohibir el desperdicio de alimentos, temporalmente sin sanciones, pues en Jalisco todavía no hay capacidad para recibir y redistribuir el total de los desperdicios de alimento.

En segundo lugar, se sugiere facultar al Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) para elaborar los programas de cultura de donación y aprovechamiento, en lugar de que los haga la Secretaría de Salud.

“El IJAS ya tiene representación ciudadana y de gobierno en su Junta de Gobierno, y tiene los instrumentos para coordinar las políticas y los programas con participación social”, expresó Rivera.

La tercera parte consiste en solicitar al congreso la dotación de un presupuesto para el rescate de alimento en el campo y su vigilancia, así como supervisar y dar seguimiento al ejercicio de estos recursos.

“Actualmente se destina 83 por ciento del presupuesto del programa a la modalidad de apoyo a comedores, contra siete por ciento para el rescate de los alimentos”, dijo Rivera.

Los diputados, que mencionaron su aprobación y apoyo a la iniciativa de ley, ofrecieron algunos comentarios y reflexiones en relación con especificidades técnicas, y reiteraron su compromiso.

En la actividad participaron los diputados Alejandro Pablo Torres Guízar, independiente; Mónica Almeida López, por el Partido de la Revolución Democrática; Édgar Oswaldo Bañales Orozco, del Partido Revolucionario Institucional; Isaías Cortés Berumen, del Partido Acción Nacional, y Mario Hugo Castellanos Ibarra, del partido Movimiento Ciudadano.

Jalisco sin Hambre es un proyecto para el cual Jalisco recibió 20 millones de pesos por parte del Fondo Mixto (Fomix) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que colaboran, coordinados por el ITESO, el Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej), la Secretaría de Desarrollo Social (SEDIS), la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (Sicyt) y los bancos de alimentos de Guadalajara, Zapotlanejo y Tepatitlán, y empresas como Jabil Circuit, Prosociedad y Amdocs, entre otros actores.