Ciudad de México, 6 Noviembre 2016.-Tras diecinueve años de carrera deportiva, el 2016 le sonríe a Lenia Ruvalcaba quién, además de haber obtenido una presea dorada en los juegos Paralímpicos de Río y de ser reconocida por Jalisco, su estado natal con el Premio Estatal de Deporte, será oficialmente galardonada con el máximo reconocimiento deportivo de nuestro país: el premio Nacional del Deportes en la en la modalidad de deporte paralímpico.

“Esta es la mejor manera de cerrar no sólo el año, sino el ciclo deportivo”, comenta. La judoka declaró además que independientemente de los reconocimientos personales, el otorgamiento del Premio Nacional del Deportes a su entrenador, Hilario Ávila, en la modalidad de entrenador es “la cereza del pastel”.

“El profe” como lo llama cariñosamente y la medallista llevan trabajando juntos ocho años. “Él fue quien me acompañó a Beijing donde se logró la plata y estuvo también conmigo en Londres, donde quedé en quinto lugar”. El oro para estos paralímpicos era una deuda personal de Ruvalcaba consigo misma. “Hicimos un ciclo muy diferente, más comprometido y este resultado no se habría logrado sin el apoyo profesional y personal de mi entrenador a lo largo de estos años”, reconoce.

Desde 1994, Hilario Ávila Mejía es el entrenador en jefe de judo de la UNAM. Consiguió la plata para México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en nuestro país en 1990. Además es padre de Eduardo Ávila, también medallista paralímpico de judo para ciegos y débiles visuales y Premio Nacional de los Deportes en la modalidad de deporte paralímpico en 2014.

“Los entrenadores son un pilar fundamental en el desempeño y los resultados de cualquier atleta” reconoce Lenia Ruvalcaba. “En el caso de Lalo (Eduardo Ávila) y mío, tenemos la suerte de la continuidad de trabajo en los últimos años al lado de Hilario, quién además ha sido competidor y entiende la presión y el esfuerzo que conlleva una competencia internacional”. Por lo que considera que este reconocimiento es más que merecido por su entrenador.

“Me da muchísimo gusto. Es la cereza del pastel. A Río fuimos un equipo de dos judokas y los dos regresamos con oro y ese resultado es mérito también del entrenador”. La medallista comenta que la relación con el profesor y su compañero de equipo es como la de una familia “A veces pasamos mucho tiempo juntos. Viajamos juntos a los campamentos, convivimos a diario en los entrenamientos. Nos conocemos de buenas y de malas. Y llevamos una relación de mucho respeto y colaboración profesional pero también una buena armonía en términos personales”.

El profe ha sido de mucho apoyo. Cuando estaba estudiando la carrera, pasaba días sin poder ir a clases y él dedicaba parte de su tiempo a explicarme cosas”. Lenia describe a su entrenador como una persona paciente y disciplinada, con mucho amor por ese deporte que tienen en común: el judo. “Su presencia ha sido invaluable en mi carrera. Estoy feliz de que hoy llegue este premio para él, a quien debemos no sólo conocimiento técnico sino también su apoyo y motivación incondicional”.

“Estamos listos para seguir celebrando este gran año” concluye la judoka.”

Lenia Ruvalcaba comparte el premio en la modalidad de deporte paralímpico con Edgar Navarro, Luis Zepeda y Rebeca Valenzuela, todos medallistas en los Paralímpicos de Río. Mientras que Hilario Ávila Mejía será el único galardonado en la modalidad de Entrenador.