• En 2019, saldrá al mercado su modelo Mission E, puramente eléctrico. 
  • Por Nico Esch y Almudena de Cabo (dpa)

Hace setenta años, en un momento en el que el consumidor demandaba vehículos prácticos y asequibles tras la Segunda Guerra Mundial, Ferry Porsche hacía realidad su sueño: fabricar un automóvil deportivo, el mítico 356.

El 8 de junio de 1948 fue el día que vio la luz el primer automóvil de lujo bajo el nombre de Porsche. Ese fue el inicio oficial de la marca de automóviles deportivos, sin embargo, el apellido llevaba años asociado a la industria automotriz de la mano del padre de Ferry Porsche, Ferdinand, el legendario fabricante y creador del “escarabajo” de Volkswagen.

La marca se asocia hoy con coches deportivos y todoterrenos de lujo, pero los albores de la empresa alemana fueron muy diferentes y se remontan al capítulo más oscuro de la historia alemana.

La compañía Porsche de Stuttgart fue fundada en 1931 por el ingeniero Ferdinand Porsche, pero no construía automóviles para el mercado, sino que se ocupaba de diseñarlos y de fabricar prototipos. Por eso la marca como fabricante de automóviles nació en 1948.

En 1933, el fabricante de autos se acercó a Adolf Hitler después de que éste llegara al poder para intentar salvar su endeudado negocio. De acuerdo con un libro presentado el pasado año, “Porsche – de constructora a marca mundial”, el empresario logró que el nuevo Gobierno invirtiera en sus proyectos.

Ferdinand Porsche era desde 1937 miembro del Partido Nacionalsocialista y como tal buscó la cercanía del régimen de Adolf Hitler para recibir un espaldarazo en sus negocios. Según los historiadores, Porsche era “en esencia un tecnócrata apolítico” y “un oportunista como pocos”.

Echó mano de cada oportunidad que le brindó el Estado para conseguir contratos lucrativos, ya fuera fabricando tractores, vehículos militares o tanques. Su mayor encargo fue el desarrollo del Volkswagen, el “auto del pueblo”, el precursor del famoso escarabajo.

Tras la Segunda Guerra Mundial acabó en la cárcel acusado de emplear a trabajadores forzosos en sus fábricas. Durante esos 22 meses que estuvo recluido hasta ser absuelto en 1948, su hijo fabricó el famoso modelo 356 plateado.

Este vehículo fue sustituido posteriormente por el 911 en la década de los 60. “Quien dice Porsche se refiere la mayoría de las veces al 911. Porsche es el 911”, declaró el psicólogo industrial Rüdiger Hossiep, que se encarga de investigar en la Universidad alemana de Ruhr el aspecto emocional del hombre en relación con los automóviles. “Este icono determinó la marca”.

Si bien el modelo 911 es la cara de Porsche, hoy en día los súper ventas son otros. Más de 97.000 unidades del tipo Macan se vendieron el pasado año, a lo que hay que sumar casi 64.000 del modelo Cayenne. Con cerca de 32.000 ejemplares, el 911 está incluso por detrás del cuatro puertas Panamera.

Con estas elevadas ventas surgen voces que alertan del peligro de que el mito del deportivo se diluya. El presidente del consejo de administración, Wolfgan, hijo de Ferry, reconoció recientemente estas preocupaciones. Es importante preservar la exclusividad cuando se venden más de un cuarto millón de automóviles al año, opinó.

Pero no todos piensan igual. Oliver Blume, director ejecutivo, disipa estas preocupaciones. “Un Porsche seguirá siendo siempre un Porsche”, declaró el responsable de dirigir desde el otoño de 2015 los asuntos de la empresa, filial actualmente del Grupo Volkswagen.

A mediados de la década 2000, la automotriz alemana intentó hacerse con la poderosa Volkswagen. Sin embargo, el plan se frustró. Actualmente, si bien la sociedad matriz Porsche SE tiene la mayoría de Volkswagen, el fabricante de automóviles Porsche AG está incorporado dentro del poderoso Grupo Volkswagen.

Últimamente la marca alemana se ha visto salpicada por el escándalo de la manipulación de los motores diésel, que estalló en 2015. A pesar de que durante décadas Porsche empleó exclusivamente motores de gasolina, con los todoterrenos ligeros de lujo SUV (Sport Utility Vehicle) cambió esta política y ofreció variantes con motores diésel de Audi, filial de Voklswagen. Las autoridades ordenaron llamar a talleres a 10,000 vehículos del tipo Cayenne y Macan.

Ahora, en pleno auge de los automóviles eléctricos, la marca no se queda atrás. En 2019, saldrá al mercado su modelo Mission E, puramente eléctrico, donde los clientes que sigan queriendo un lujoso deportivo no tendrán de qué preocuparse, “Porsche seguirá siendo Porsche”.