• Realizan en CUCSH panel acerca de la violencia política por razón de género.

Las mujeres enfrentan todavía muchos obstáculos cuando quieren entrar en la política; uno de los principales suelen ser los mismos partidos políticos, a pesar de que han ganado lugares en el espacio público, coincidieron este lunes académicas y especialistas reunidas en el panel “Violencia política por razón de género. ¿Mujeres en el espacio público?”, organizado por la Maestría en Ciencia Política, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la UdeG.

La investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, doctora Flavia Daniela Freidenberg, aseguró que tanto a nivel local como en el ámbito federal las mujeres mexicanas se enfrentan a un escenario hostil cuando quieren hacer política.

“Todavía hay un sentido común donde el expertise pareciera ser masculino, donde el mérito pareciera ser masculino y donde las mujeres tienen que estar constantemente demostrando que están capacitadas, que pueden participar o que no le deben su participación, en este ámbito, a otra persona, a una relación personal o a la transa”, afirmó.

Ante estudiantes y académicos reunidos en el campus Belenes del CUCSH, la también politóloga y periodista dijo que, a pesar de esto, en México se ha avanzado en la visibilización, en conceptualización y en quitar el velo a la participación femenina en política.

La diputada federal por Movimiento Ciudadano, licenciada Martha Angélica Tagle Martínez, afirmó que este acceso al ámbito público para las mujeres sigue siendo restringido y acotado, y reflexionó en la definición que la Real Academia Española sostiene de los conceptos de “hombre público” contra “mujer pública”, en el que el primero implica a alguien que está en la política, capaz y con presencia social e influencia en las decisiones públicas, en tanto que la segunda alude a una mujer que ejerce la prostitución.

“Esto refleja lo que significa la dificultad de las mujeres de estar en el ámbito público. Esta concepción de ellas no sólo se refiere a las políticas, sino también a la construcción de la división sexual del trabajo, que se dio muchos siglos antes y que las mujeres hemos buscado deconstruir para hacer un mundo más justo y equitativo, donde podamos estar en los espacios público y privado igual que los hombres”, reflexionó.

Añadió que la concepción de las mujeres públicas eran quienes estaban en la calle, mientras que la que se dedicaba a su hogar, a lo privado y salía a la calle acompañada de un hombre, sí era digna. Por ello, los movimientos feministas han tenido que ganarse por décadas incluso el derecho a estar en la calle.

La titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres del gobierno federal, doctora María Candelaria Ochoa Ávalos,afirmó que las mujeres tienen el reto de sentirse capaces de competir por el espacio público, y apropiárselo.

“Tenemos retos culturales porque todavía el estigma está presente, todavía hoy se nos pide ser femeninas para estar en el espacio público y seguir ese rol estereotipado. Las propias mujeres tenemos que remontar ese estigma para ser legítimamente recibidas; es un gran tema que tenemos revertir. Tuvieron que pasar 21 años para que la cuota que recomendaba la Ley Electoral a los partidos, en cuanto a la paridad, se cumpliera”, subrayó.

Ochoa Ávalos, quien ha sido investigadora de la UdeG, hizo referencia a los casos de acoso por parte de profesores y estudiantes de esta Casa de Estudio, y otras universidades, denunciados como parte del movimiento #MeToo, y aseguró que los espacios académicos deben de reivindicarse como libres de violencia, con igualdad y no agresión.

La magistrada de la Sala Regional Guadalajara, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, maestra Gabriela E. del Valle Pérez, aseguró que los números y estadísticas que hablan de la paridad en el Congreso, las dependencias federales y algunos ayuntamientos, son importantes, pero también se deben de revisar las condiciones en la que las mujeres llegan a esos puestos de representación.

“Todavía hay muchas resistencias para que ocupen esos cargos en condiciones de igualdad y libres de violencia. A las mujeres que han querido participar en política todavía se les limitan los recursos económicos, sufren muchas veces de violencia física y sexual, e incluso llega, en ciertos casos, a la muerte. En los medios de comunicación no hay un trato igualitario para las campañas de mujeres y hombres”, expresó.

Añadió que todo esto es resultado del imaginario colectivo, en el que todavía no hay una percepción de “que las mujeres podemos también estar en el espacio público y no únicamente en el privado, y es en esta parte en la que tenemos que trabajar mucho”, concluyó.