Por Abelardo Navarrete

Fue en el año de 1978 cuando un gran jerarca de la iglesia católica visitó nuestro país por primera vez, a pocos meses de haber sido elegido Papa, Karol Vojtila, recientemente nombrado Juan Pablo II, decidió visitar México, para dar una muestra de la importancia que tenían para él las tierras aztecas, en ese entonces el Presidente de la República, lo recibió en el aeropuerto después de que el papa descendiera de su avión y besara el suelo guadalupano, únicamente para decirle, bienvenido lo dejo con su grey y se retiró.

Era un claro mensaje de que la religión y la política no podían mezclarse en ese tiempo, pero ahora a 37 años de distancia, la situación y relaciones son muy distintas, ya que existen lazos diplomáticos, peo también fraternos de hermandad entre correligionarios, pues fue el mismo Presidente de la República, quien en reiteradas ocasiones, pidió al sumo pontífice que se hiciera presente para bendecir a los mexicanos.

Antes de que se decidiera por fin venir a este país el Papa de origen latino, visito otros lugares de América, aunque tuvo la oportunidad de haber pisado estas latitudes, no lo hizo ya que aseguraba se requería de por lo menos una semana de actividades en este país, de modo que pudiera visitar a la Virgen de Guadalupe, pero también con el deseo de estar en otros lugares, cercano a los sitios que más problemas tienen, esos en los que la clase política no se mezcla, pues tendrá reuniones con los pueblos más pobres, con la gente más necesitada, los presos, y los niños discapacitados, que son los que asegura, necesitan mas de la presencia de Dios en sus vidas.

Jorge Mario Bergoglio, conocido también como el Papa Francisco, visitará algunos de los sitios que se conocen como con mayor número de problemas en México, Chiapas, donde estará con los pueblos indígenas del estado, con quienes oficiará una misa cuyas lecturas se harán en 3 idiomas nativos, y la misa estará acompañada por un grupo de músicos de marimba cuyos integrantes tienen síndrome de Down, pero además tienen un talento increíble.

El Papa Francisco estará en Michoacán, donde se va a reunir con sacerdotes, religiosas, seminaristas y diáconos, para después tener un encuentro con niños representantes de Michoacán y México, niños discapacitados con quienes tendrá un momento de convivencia y terminará su jornada en tierras purépechas con un festival con más de 40 mil jóvenes en el Estadio Morelos y retornará a la ciudad de México.

Se tiene planeado una reunión del Papa Francisco con presos de un Centro de Readaptación Social, a quienes les dará un mensaje de aliento, también visitará Ciudad Juárez, lugar famoso por los feminicidios, que han sido muchas veces, desafortunadamente nota de trascendencia nacional, ahí en el estado de Chihuahua, dará lo que será la primera misa entre 2 países al mismo tiempo, pues se llevara a cabo muy cerca de la frontera con Estados Unidos, y podrán convivir habitantes de ambos lados de la enorme pared que divide políticamente ambas naciones.

Se habla mucho de costo que tendrá para México y los mexicanos esta visita, que se ha ido polemizando, pero al final del día se debe considerar la importancia que tiene que una persona representante de Cristo en esta tierra y sucesor de San Pedro en el estado Vaticano, pues las palabras concretas, sencillas y directas que salen de su boca, pegan como dardo en el centro de una diana dibujada en la mente de todos, independientemente de la creencia o religión que se profese.

Habremos de estar al pendiente del mensaje que tiene que decirle el Papa Francisco a la gente en cada presentación de su visita a este México que hoy por hoy, necesita palabras de aliento, esperanza, motivación y verdad, vengan estas de quien vengan.