- El padre Tobias de 57 años corre con su hábito y recoge donaciones por cada kilómetro para un proyecto social en un barrio de Duisburg, en el oeste de Alemania.
Duisburgo, Alemania. 2 de abril de 2021 (dpa).- La oficina del padre Tobías ubicada junto a la iglesia del Sagrado Corazón en Duisburgo, en el oeste de Alemania, es una mezcla de sacristía y de tienda de deportes para corredores de fondo.
El padre Tobías pertenece a la orden de los premostratenses y lleva su hábito blanco en el monasterio. Al mismo tiempo, es un entusiasta corredor de maratones y ultramaratones, que ya ha completado 111 de estas competiciones de larga distancia.
El clérigo de 57 años combina ambas actividades, ya que mientras corre reza, preferentemente el Padre Nuestro y especialmente cuando le empieza a faltar el aire.
Con cada kilómetro que corre, el padre Tobías suma donaciones para su proyecto “LebensWert”, fundado en 2007. Se trata de un centro de asesoramiento con un café, un restaurante sirio-alemán y una organización benéfica para niños que cuenta con 19 empleados.
Una empresa, por ejemplo, le paga dos euros por cada kilómetro de maratón y este año ya ha completado siete competiciones. El “Padre Maratón” ha recaudado alrededor de 1,5 millones de euros (1,7 millones de dólares) desde 2006.
Duisburgo-Neumühl, en el norte de la ciudad industrial, es un barrio pobre. Esto se percibe en la zona peatonal y, sobre todo, en la fachada gris y sucia de la propia iglesia. Casi uno de cada dos niños está amenazado por la pobreza, lo que significa muy poco dinero para alimentarse sanamente, para ropa deportiva, cuotas de clubes, excursiones y regalos de Navidad.
El Padre Tobías intenta revertir esta situación a través de su organización, que financia cursos de cocina y natación, ofrece ayuda a los niños, organiza ferias de Navidad y, una vez por semana, un desayuno escolar para 420 niños de escuela primaria.
El proyecto también ayuda a personas que requieren asesoramiento legal. En el restaurante sirio-alemán trabajan antiguos refugiados, que incluso corren maratones junto con el cura. Esto no es tan obvio en un barrio en el que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) fue el partido más fuerte en las últimas elecciones, con casi el 30 por ciento de los votos.
El padre Tobías es coautor de un libro en el que cuenta sobre su paso como joven empresario en un concesionario de automóviles, su posterior estudio de teología y, naturalmente, sus experiencias durante las carreras.
Hasta el momento, su mayor logro ha sido una carrera de 172 kilómetros cargando una mochila de ocho kilos a través de la fina arena del desierto de Omán. La prueba incluyó serpientes y escorpiones venenosos y una larga etapa nocturna, con faros solo cada dos kilómetros como puntos de referencia.
Y justamente aquí, en la soledad de la noche, este devoto cristiano se sintió especialmente cerca de Dios, pero también de su madre, que murió de muy joven.
Al mismo tiempo, la travesía por el desierto le reportó un beneficio muy concreto, ya que recaudó donaciones por unos 30 mil 500 dólares.
“Quiero vivir como Jesús, quien no solo habló, sino también actuó”, destaca en su libro. Esta declaración también se aplica a sus próximos proyectos. Su plan es disputar en 2023 un maratón en el frío glacial de la Antártida. Además, ya está recaudando dinero para renovar por fin la fachada de su iglesia.
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