• Apatía de jerarquía católica ante escrito histórico guadalupano.
  • Desinterés por recuperar el documento original de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
  • Por Salvador Y. Maldonado Díaz

Guadalajara, Jal. 12 de diciembre de 2018.- La jerarquía católica mexicana ha mostrado en la actualidad un desinterés generalizado para para que se recupere como un  patrimonio nacional (por lo menos para los católicos) el documento del Nican Mopohua, el relato que refiere las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el idioma náhuatl.

Una de las copias más antiguas de este documento se encuentra en una biblioteca de Nueva York. Este valioso escrito debería ser rescatado por alguna de las instituciones de más  prestigio académico del país, según refiere el historiador de la Arquidiócesis de Guadalajara, Tomás de Híjar Ornelas.

Refirió que entre las instituciones que pudieran gestionar el retorno a suelo mexicano del citado documento, están el Colegio de México o el Colegio Nacional, una vez que no se ven indicios de la jerarquía católica para pugnar por el regreso del escrito.

Hay diversas versiones sobre la causa de la salida del país del Nican Mopohua, De Híjar señaló que él adopta la versión del historiador Miguel León Portilla: “el documento fue vendido a  unos coleccionistas de Estados Unidos por un heredero del historiador y filólogo  Joaquín García Icazbalceta (1825-1894), luego que no hubo interés del entonces gobierno del presidente Venustiano Carranza por adquirirlo”.

La expresión Nican Mopohua,  significa aquí se narra y se trata del texto más antiguo que existe sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Está escrito en lengua náhuatl noble, con caracteres latinos, según se ve en la fonética del idioma indígena.

En nota de la agencia Gaudium Press,  monseñor Eduardo Chávez Sánchez, postulador de la causa de Canonización de San Juan Diego y Director General del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos (ISEG), en el artículo “El Nican Mopohua, refiere que  “en este documento se describe de la manera más bella, más plena y mejor lograda, este maravilloso encuentro entre Dios y el ser humano por medio de su propia Madre, Santa María de Guadalupe”.

La autoría del texto se le atribuye a Antonio Valeriano, un indígena sabio y noble, que fue educado en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, fundado en el año 1536 por los franciscanos, siendo allí uno de sus más brillantes alumnos. Era buen escritor, tanto así que ayudaba a fray Bernardino de Sahagún a escribir sus sermones en náhuatl. Se cree que el Nican Mopohua, fue escrito por Valeriano entre el 1545 y 1548.

Pese a la importancia del texto, muy pocos indígenas pudieron leerlo, debido a que fue escrito con caracteres latinos, que solo podían leer algunos indígenas. “También eran poquísimos los españoles que entendían este idioma; por lo tanto fueron poquísimos indígenas y españoles que podían leer y entender el Nican Mopohua”, explica monseñor  Chávez en el artículo.

Pocas personas tuvieron acceso a él, ya que era un manuscrito, y solo se escribieron algunas copias del mismo, razón por la cual no fue la fuente como llegó a muchos el maravilloso suceso de la Guadalupana.

“El Nican Mopohua, si bien es el documento más exacto, pleno, bello, evangelizador e histórico; no es la fuente por la cual, de manera masiva, los indígenas y los españoles conocieron los pormenores del impresionante suceso, sino que las fuentes principales son tres. Una es la tradición oral, cuya fuente es el mismo San Juan Diego, quien no se cansaba en divulgarlo en viva voz”, expone el experto en el fenómeno guadalupano.

La propia imagen plasmada en la tilma de San Juan Diego, que se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, es la otra fuente como el acontecimiento de la Virgen de Guadalupe se ha dado conocer, según dice monseñor Chávez.

Una década después de haberse dado el manuscrito Nican Mopohua, Luis Lasso de la Vega, sacerdote, lo publica en náhuatl. Era el año 1649. El presbítero es autor del “Huei tlamahuicoltica”, que relata el “gran acontecimiento” de Nuestra Señora de Guadalupe, obra, casi toda en náhuatl, que consta de 36 páginas.

La copia más antigua del “Nican Mopohua” se encuentra en la Biblioteca Pública de Nueva York.

Protagonistas del relato hecho por Antonio Valeriano son la Santísima Virgen, San Juan Diego, el obispo fray Juan de Zumárraga, el tío de San Juan Diego, los criados del obispo.

EL DATO

Según el historiador  Miguel León Portilla en su artículo en la revisa Letras Libres“  el  náhuatl del Nican mopohua es tan elegante, sutil y refinado, que se cree imposible que un español del siglo XVII haya podido escribirlo. Pero debe considerarse también que en esos momentos se estaba dando un auge en el estudio del náhuatl, impulsado por los jesuitas en la Universidad de México y en sus colegios. De cualquier manera, queda el hecho fundamental de que el lenguaje del Nican mopohua no es sencilla o espontáneamente náhuatl, sino que es el fruto de un esfuerzo deliberado de construcción y filtración: es un lenguaje formado en los conventos de los frailes y rescatado en los colegios de los jesuitas. Pero también aceptado e internalizado por los indios”-

Según la agencia ACI- Prensa, este relato es la principal fuente de lo que sabemos sobre el mensaje guadalupano a través de   Juan Diego, dirigido a México y al mundo. La copia más antigua se halla en la Biblioteca Pública de Nueva York Rare Books and Manuscripts Department. The New York Public Library, Astor, Lenox and Tilden Foundation