- 8 por ciento de los adolescentes de 14 a 17 años no confían en los gobernantes.
- 3 de cada 4 adolescentes no confían en sus vecinos.
- Más de la mitad, 55 por ciento, no confían en sus profesores.
Los menores de edad de México desconfían de las autoridades del país. Esta situación se refleja en los resultados de la Consulta infantil y juvenil 2015 del Instituto Nacional Electoral (INE), los cuales fueron presentados en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), este martes 25 de noviembre, con el análisis de Rossana Reguillo, académica del Departamento de Estudios Socioculturales (DESO).
El tema de la consulta fue “Por un México con justicia y paz, tu opinión cuenta”, y se llevó a cabo durante el proceso electoral de junio pasado, a niños y jóvenes de seis a 17 años de 277 distritos electorales en todo el país. Participaron un total de dos millones 677 mil 825 niños, niñas y jóvenes.
Participaron un total de dos millones 677 mil 825 niños, niñas y jóvenes.
“Para fortalecer la democracia requerimos asumir el reto de formar ciudadanas y ciudadanos con conocimientos, habilidades y valores que garanticen su procesos de socialización y desempeño en el espacio público. Los resultados reflejan una actitud ante la problemática de nuestro país de gran preocupación. Los niños, niñas y jóvenes se manifiestan en contra de la violencia, de la inseguridad, de la corrupción”, declaró Carlos Manuel Rodríguez Mora, vocal de la junta local ejecutiva de Jalisco del INE.
Carlos Rodríguez y Rossana Reguillo
El análisis
De acuerdo con las observaciones de Reguillo, la temática de justicia y paz se aborda de manera general en las tres versiones de boletas, las cuales se dividieron en grupos de seis a nueve años, de diez a 13, y de 14 a 17. Los ejes fueron “opino y propongo”.
En su percepción de confianza en distintas figuras de autoridad (que incluyeron la policía, el ejército, los gobernantes, maestros, vecinos y familia), Reguillo recalcó su preocupación en tres datos, sobre todo de aquellos del rango de jóvenes de 14 a 17 años: 77 por ciento no confía en sus vecinos, y 55.4 por ciento tampoco confía en sus profesores.
“¿Cómo crear lazos y acciones comunitarias de movilización social si no confiamos en nuestros vecinos? Y la desconfianza en los maestros habla de que tenemos un problema educativo profundo”, declaró la académica.
Datos que preocupan, pero no sorprenden, afirmó, son los que reflejan que 94.8 por ciento de los jóvenes de 14 a 17 años no confían en los gobernantes, y 55.9 por ciento del grupo de diez a 13 años desconfía de ellos.
La presentación se realizó en el ITESO Universidad Jesuita de Guadalajara
“(En el resultado) se refleja la desconfianza hacia nuestros representantes y a las instituciones. Es preocupante que la niñez y los jóvenes que participarán en las siguientes elecciones manifiesten esta visión del país”, afirmó Rodríguez.
En cuanto a la experiencia de seguridad, los hombres enfrentan mayores condiciones de inseguridad: 39.1 por ciento de ellos afirma haber sido testigo de violencia, frente a 32.4 por ciento de las mujeres.
La percepción del futuro fue una de las cuestiones más alarmantes para la académica del ITESO: 12.9 por ciento de los encuestados no cree que vaya a vivir mejor que ahora, y 58.4 por ciento piensa que México no estará mejor en unos años.
30.4 por ciento de los niños de diez a 13 años quiere que las autoridades respeten los derechos humanos
“El desencanto y la desafección democrática imperan. Cuando se pierde el encanto político, se crean nuevas formas de “reencantar” el mundo. Pero pueden ser negativas. El consumismo es una forma de reencantamiento; el crimen organizado, para sentirse pertenecientes, también. Es importante atender este desencanto”, dijo Reguillo.
Sin embargo, le parece alentadora la aparición de la defensa de los derechos humanos en la encuesta. Treinta punto cuatro por ciento de los niños de diez a 13 años quiere que las autoridades respeten los derechos humanos.
“Que niños tan pequeños (de diez a 13 años) tengan noción de la importancia de los derechos humanos, es un atisbo de que todavía es posible intervenir”, declaró.
“No tenemos políticas de estado. Son de corto plazo. ¿Cómo impulsar una transformación en este modo de concebir la realidad? ¿Cuál sería la mejor herencia de un ayuntamiento? Programas y proyectos exitosos que se conviertan en una política pública a nivel estado”.
