COFECE pone bajo la lupa a empresas avícolas, histórica multa de 132 mdp

Texto por Salvador, Y. Maldonado

GUADALAJARA, JAL.- La Comisión Federal de  Competencia ha librado un conflicto peculiar con empresarios avícolas en fechas recientes. En el caso del pollo, el asunto sigue bajo litigio; mientras que en el caso del huevo, la confrontación apenas ha comenzado.

Baste señalar que una multa de 132 millones de pesos no se aplica en forma cotidiana de  parte de la autoridad competente en las buenas prácticas del libre mercado.

Y es que el árbitro federal de la competencia económica impuso tal sanción, luego de que presuntamente  en el Valle de México y otros puntos del país se ha vendido carne de pollo bajo prácticas comerciales manipuladas de parte de grandes empresas avícolas para castigar el precio en perjuicio del consumidor.

Tan sólo en la ahora Ciudad de México la autoridad señala que hubo un sobreprecio de 32 por ciento en perjuicio del consumidor con un daño de 107 millones de pesos por la presunta manipulación del precio del pollo.

Luego de cuatro años de investigación, la autoridad estableció una multa de  los referidos 132 millones de pesos en octubre de  2013. Tras la tramitación de amparos de los acusados y la parte oficial, el asunto sigue en revisión.

La autoridad también tiene sospechas de que el mercado del  huevo ha ocurrido la distorsión de los precios. Aquí las acciones están  en proceso en el ámbito jurisdiccional, lo que supone la presentación de argumentos de las partes ante la autoridad judicial.

Como puede verse, el asunto es de gran trascendencia si se considera que el pollo y el huevo constituyen 60 por ciento de la proteína animal que consume la población mexicana, por arriba de otros productos pecuarios, pesqueros y acuícolas.

Como era de esperarse, el tema ha levantado un gran ruido  en el mercado avícola estas  investigaciones de  de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) sobre unas presuntas prácticas monopólicas de las grandes empresas productoras y distribuidoras de huevo y del pollo, lo que implica una presunción sobre una  manipulación del precio en contra del consumidor.

Al respecto, el dirigente de la Comisión Internacional del Huevo (IEC, por sus siglas en inglés), César de Anda Molina, refirió que la autoridad  está en todo su derecho de hacer su tarea para detectar, y sancionar, si es el caso las prácticas monopólicas.

En el caso de la avicultura, este entrevistado resaltó que el mercado está fragmentado y se divide entre todos los jugadores, por lo que se ve muy poco probable que haya una confabulación empresarial para la manipulación de los precios.

El árbitro regulador ha destacado que en la investigación sobre el tema del huevo, sólo se tiene en marcha “el inicio de una investigación, por lo que no hay motivo de que exista un prejuzgamiento sobre la responsabilidad de agente económico alguno, sino que está en proceso la actuación de la autoridad para verificar el cumplimiento de la ley”, según señala la COFECE en su portal.

Este tópico ha originado un gran impacto en Jalisco, entidad puntera  en la producción de huevo y uno de los Estados más importantes en la oferta de carne de pollo. Sin embargo, gran parte  los empresarios avícolas se guardan para sí los comentarios.

La respuesta institucional se tiene de parte de la Unión Nacional de Avicultores, cuya postura señala que este asunto no ha sido motivo de una sentencia definitiva de la autoridad jurisdiccional.

La UNA niega rotundamente haber promovido tales prácticas irregulares y que su actuación ha sido de promoción de los intereses de sus asociados en apego al marco jurídico vigente.

Por lo mismo, el gremio avícola ha sostenido que hay confianza en que el tema se resuelva conforme a la aplicación de la legislación correspondiente por parte de los tribunales especializados.

Otras opiniones

Cuestionado sobre el tema, el vicepresidente de la sección de huevo de la UNA, Juan Manuel Gutiérrez Martín,  escuetamente afirmó que su gremio ha sido ordenado en el ejercicio de las prácticas comerciales, por lo que se confía en  que las empresas implicadas salgan exoneradas de la acusación que se les imputa.

Indicó que en el caso de las empresas jaliscienses se ha demostrado su productividad y eficiencia, sobre todo luego del impacto de la gripe aviar de hace ya casi cuatro años, lo que ha supuesto incrementar la oferta de huevo, luego de una pérdida cuantiosa de la parvada.

De gira en Tepatitlán, Jalisco (el mayor municipio huevero del país), el titular de la SAGARPA, José Calzada Rovirosa, negó “tener conocimiento del conflicto entre la COFECE y las empresas avícolas”. Pero le entró al quite el coordinador general de Ganadería, Francisco Gurría Treviño, quien expresó que este asunto se encuentra bajo litigio entre la partes.

Gurría dijo que por haberse originado las investigaciones en el sexenio pasado, a su dependencia no se le ha requerido actualmente información al respecto.

La investigadora del Centro de Investigación en Estudios de Antropología Social (CIESAS-Occidente), María Guadalupe Rodríguez Gómez, expresó que a reserva de lo que dictamen la autoridad judicial, “no suena extraño una práctica de un consenso entre las grandes empresas para imponer un precio al consumidor, puesto que así se  manejan  los intereses de las grandes firmas, en detrimento de los consumidores”.

El empresario  agroindustrial y extitular dos veces en la SAGARPA, Francisco Mayorga Castañeda, cuestionó que el Gobierno Federal a menudo proceda a no reconocer situaciones del mercado en que la escasez de un producto se presta para una legítima capitalización de los productores nacionales.

Adujo que las políticas de apertura de fronteras en caso de baja de oferta nacional de productos agroalimentarios, a menudo más que beneficiar a los consumidores, a quien  deja dividendos es a los grandes distribuidores comerciales.

El citado César de Anda recordó que en el mercado internacional hay lecturas interesantes de investigaciones anti-trust en el mercado de los productos avícolas, con resultados variados, desde la exoneración a los acusados, hasta la aplicación de multas cuantiosas. Habrá que ver en para este asunto en el mercado doméstico.

EL DATO

Durante 2015 la avicultura mexicana produjo cinco millones 830 mil 244 toneladas de alimentos, lo que significó un crecimiento de cuatro por ciento respecto a lo obtenido en 2014, con un valor de 131 mil 200 millones de pesos.

Las empresa avícolas nacionales son uno de los sectores pecuarios más relevantes, con una aportación del uno por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) y genera seis de cada 10 kilogramos de proteína animal que se consumen en el país.

En específico, el año pasado, huevo y pollo registraron un incremento de 2 y 5.6 por ciento, respectivamente y se prevé que al cierre de este año el consumo per cápita del primero sea de 22.2 kilogramos y el segundo 31 kilogramos.