• El fin es contrarrestar los espacios cada vez más reducidos para la vivienda.
  • Por Simone A. Mayer (dpa)

Colonia, Alemania. 21 de enero de 2018 (dpa).– Una mesa consiste en realidad apenas de una tabla y cuatro patas. Y la variante más simple de una silla en cuatro patas, una superficie donde sentarse y un respaldo. ¿Para qué más? Esa parece ser la pregunta que se hacen hoy día muchos diseñadores de muebles, según se pudo apreciar en la feria de decoración IMM Cologne en la ciudad alemana de Colonia. Lo que diseñan y crean parece estar reducido a lo mínimo indispensable.

Faltan las florituras, las decoraciones y los extras. ¿Construcción de muebles como en el Medioevo? Bueno, no es para tanto. Los muebles actuales hacen uso de la alta tecnología a pesar de que se ven simples. La opulencia está dada, en todo caso, por los materiales, como el terciopelo, y los colores.

Así y todo, en lo que a muebles se refiere, hoy día se habla de una “tendencia hacia lo simple”, explica Markus Majerus, portavoz de la feria de Colonia. Y esto se debe a tres motivos. “Por un lado, es una forma de contrarrestar los espacios cada vez más reducidos para la vivienda”, explica el experto en tendencias de la IMM Frank A. Reinhardt.

Por el otro, reconoce actualmente una nueva vigencia del diseño escandinavo, elegido por muchas personas desde hace años. Estos muebles suelen ser simples, sin añadidos. Y luego está el tema de la sustentabilidad. “Ya no se trata de diseñar la silla número 100, sino productos sostenibles”, explica Reinhardt. Además, los muebles simples tienen más posibilidades de durar en el mercado y de convertirse incluso en clásicos que se podrán seguir produciendo por décadas.

Muchos de estos muebles sin tiempo, que desde lo óptico encuentran en un lugar en casi cualquier casa más allá del estilo que tenga, vivieron un regreso en los últimos años. Sin embargo, hay un problema: “A los fabricantes se les acaban los diseños”, dice Reinhardt. Por eso alientan actualmente a los diseñadores a que desarrollen creaciones nuevas, más simples, reducidas y clásicas.

El diseñador estrella alemán Sebastian Herkner estrenó incluso en la IMM 2018 una silla llamada 118, que diseñó para la marca Thonet. Está basada en el principio desarrollado por Michael Thonet en el siglo XIX para reducir a una silla a unos pocos componentes.

Especialmente en el caso de las sillas se piden diseños cada vez más simples. La empresa e17 presentó en la IMM el modelo Henning, una variante minimalista. El asiento y el respaldo son de madera maciza y el resto de las partes de acero. ¿Por qué querían que fuera simple? Para e17 esto tiene una razón simple: los muebles sencillos quedan bien en muchos lugares.

Claro que los hogares que diseñan los fabricantes en la feria para exhibir sus creaciones son algo engañosos: nadie tiene en su casa únicamente muebles sencillos, reducidos a lo básico. “Quizá solo entre un 10 y un 15 por ciento de las personas vive así, pero la tendencia va en aumento”, estima Reinhardt. “Lo cierto es que todos tenemos productos simples en nuestra casa que conviven con otros algo más recargados”.