• 16 mil de cada 100 mil personas estuvieron involucradas en un evento de corrupción
  • El principal motivo por el que se suscita la corrupción es para “agilizar algún trámite” dicen dos de cada tres empresas.

Aguascalientes, Aguascalientes. 9 de diciembre de 2017.-Este sábado se conmemora el Día Internacional Contra la corrupción. En 2015, la mitad de las personas de 18 años y más consideraron que la corrupción es el segundo mayor problema que enfrentan sus entidades federativas, solo por debajo de la inseguridad y la delincuencia.

Aunado a lo anterior, 88.8 por ciento de la población consideró que la corrupción es una práctica que ocurre de manera frecuente o muy frecuentemente entre los servidores públicos o empleados del gobierno, quienes son percibidos de abusar de sus funciones para obtener beneficios personales.

Durante 2015, en el país hubo 12 mil 590 personas que estuvieron involucradas en algún evento de corrupción al solicitar cierto trámite o servicio público por cada cien mil habitantes de 18 años y más que tuvo contacto con algún servidor público. En ese año, a nivel nacional se llevaron a cabo 30 mil actos de corrupción por cada 100 mil habitantes de 18 años y más, lo que indica que a nivel nacional cada víctima de corrupción experimentó alrededor de 2.4 actos de corrupción.

El análisis por entidad federativa reveló diferencias importantes entre estados. Las tasas de prevalencia de corrupción más altas se encontraron en los estados de Morelos con 20 092 víctimas por cada cien mil habitantes que tuvieron contacto con algún servidor público; en Sinaloa, 18 144; en Chihuahua, 17 621; en Michoacán, 16 321 y en la Ciudad de México con 16 167 víctimas de corrupción. Los menores niveles se observaron en los estados de Zacatecas y Veracruz con 6 810 y 6 952 víctimas de corrupción por cada 100 mil habitantes, respectivamente. Esto significa que una persona en Morelos que entra en contacto con un servidor público para la solicitud de un trámite o servicio tiene tres veces más probabilidad de ser víctima de corrupción que si el trámite fuera realizado en Zacatecas.

Con relación a la frecuencia de los actos de corrupción, la entidad con mayor cantidad de eventos de corrupción fue el Estado de México con 62 160 por cada 100 mil habitantes mayores de edad que tuvieron contacto con algún servidor público, seguido por Sinaloa con 58 232 hechos de corrupción. En contraparte, en Colima y Nayarit se presentaron menos de 10 mil actos de corrupción por cada 100 mil habitantes que solicitaron algún trámite o servicio público. Lo que indica que en el Estado de México o Sinaloa se presentaron 6 hechos de corrupción por cada caso registrado en Colima o Nayarit.

Diversos estudios han demostrado que la corrupción tiene impactos negativos en las actividades que realizan las empresas que se manifiestan de diferentes formas, incide por ejemplo en la eficiencia productiva de ciertos sectores de la economía, distorsiona la asignación de recursos hacia fines productivos, o introduce elementos de incertidumbre con relación a los derechos de propiedad y garantías de inversión. Esto reduce la rentabilidad y los incentivos empresariales a la inversión, provocando con ello un efecto de expulsión de la inversión productiva que afecta el funcionamiento general de la economía de un país.

En el año 2016 se publicó en México la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas (ENCRIGE), la primera en su tipo que brinda información sobre la percepción, experiencia y satisfacción de las unidades económicas respecto a los trámites y servicios ofrecidos por el gobierno. A partir de esta información se puede analizar la experiencia de actos corruptos de las unidades económicas en el país.

Para el sector privado, la corrupción en el país se encuentra entre los cinco principales obstáculos para el crecimiento de las empresas. De acuerdo a la encuesta, 17.6% de los establecimientos la ubican entre los tres problemas más importantes que aquejan en la entidad donde radican, después de los problemas como la inseguridad, la delincuencia, el aumento de precios de los insumos o el entorno económico de la entidad (Gráfica 3).

Similar a lo manifestado por la población, a nivel nacional 82.2% de las unidades económicas consideraron que los actos corruptos ocurren con frecuencia o mucha frecuencia entre los empleados de gobierno o servidores públicos.

Cabe resaltar que 64.6% de los establecimientos consideraron que se ven orillados a participar en actos de corruptelas con el fin de agilizar algún trámite; 39.4% señaló que otro motivo importante para propiciar un acto de corrupto es para evitar multas o sanciones, y 30.7% mencionó que el obtener licencias o permisos son también motivo de cochupo. Por su parte, menos del 15 por ciento de las empresas consideraron que la mordida se presenta para ganar contratos gubernamentales o para participar en licitaciones