MÉXICO EN TIEMPOS DE TRUMP 2

BIOECONOMUNDO, por Rodrigo Diez de Sollano

La semana pasada en este mismo blog se propusieron varias acciones para hacer frente a las amenazas directas para México que ha emitido Donald Trump el nuevo presidente de los Estados Unidos de América (EUA) quien tomó posesión de su cargo el viernes 20 de enero de 2017.

Las acciones planteadas en el blog van desde las actividades legales para defender a los inmigrantes mexicanos en EUA, hasta la generación de fuentes de trabajo en las regiones expulsoras de migrantes. Esas y otras propuestas adicionales implican una reorientación profunda de las políticas públicas y también del sector privado de México.

Ya hay algunos esfuerzos al respecto, por ejemplo la “Operación Monarca” originada por senadores de varios partidos políticos con el fin de promover acciones de defensa de los connacionales en EUA, y coordinar actividades con senadores norteamericanos, clubes de migrantes y consulados de México en aquel país. También está la “Alianza Política de Gobernadores de la Frontera Norte” formada por los gobernadores de los estados fronterizos con EUA, para establecer contactos con sus homólogos de aquel país y con otros políticos norteamericanos y definir acciones conjuntas ante la posible expulsión de miles de inmigrantes ilegales.

Pero hace falta una coordinación nacional, porque las acciones requeridas no solamente involucran al gobierno federal, también requieren del apoyo de prácticamente todos los mexicanos. ¿Quien o quienes podrían encabezar un movimiento nacional para reorientar el país? ¿El presidente? ¿Los gobernadores de los estados? ¿Los partidos políticos? ¿Los empresarios? ¿Las iglesias? ¿Líderes independientes?

Mi opinión es que ninguno de estos grupos, instituciones y personas tienen individualmente la autoridad y la capacidad de organización suficiente para encabezar un movimiento nacional de la magnitud que requiere el país. Es necesario generar una coordinación entre todos los mencionados y otros actores de nivel nacional, estatal y local.

Esa alianza de “todos por México” permitiría sumar y coordinar las propuestas de acciones que cada actor social vaya a realizar, independientemente de su condición económica y de su orientación política o religiosa.

Aquí es donde pueden y deben entrar en acción las agrupaciones de la sociedad civil, Por ejemplo, para la posible renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aun cuando tendría que ser encabezada por la Secretaría de Economía del gobierno federal, las asociaciones de empresarios, comerciantes, agricultores y ganaderos, etc. deberían participar activamente para defender los intereses de los mexicanos. Para la generación de empleos en los cuales puedan trabajar los emigrados expulsados de EUA, es indispensable la intervención de los empresarios y de sus diversas agrupaciones por tipo de actividad y desde luego del gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales.

Se requiere un plan general que incluya desde las grandes estrategias, hasta las acciones específicas en cada tema y cada área del territorio ya sea de México, como de EUA y de otros países, porque muchas de las actividades deberán realizarse allá.

Hago una urgente invitación al presidente de México para que tome el liderazgo que le corresponde, especialmente ahora que se ha establecido el 31 de enero de 2017 como fecha de la primera reunión de presidentes de México y de EUA en la ciudad de Washington D.C.

¡Es ahora o nunca que México requiere de un líder, que si no fuera el presidente, alguien llenará ese vacío! Hay que tener en cuenta que es muy difícil que con el bajísimo porcentaje de aprobación que tiene actualmente el presidente de México pueda lograr el liderazgo requerido por el país, por lo que hago otra urgente invitación a los gobernadores, senadores, diputados, líderes empresariales, de agricultores, etc. a que nos unamos para crear y hacer funcionar una ALIANZA: ¡TODOS POR MÉXICO!

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

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