Zapopan, Jalisco. 1 de junio de 2018 (Notimex).- A partir de la piel de una especie de batracio (rana toro), investigadores mexicanos desarrollaron un antibiótico natural eficaz para el tratamiento de mastitis, infección que afecta las ubres de las vacas. El ganado puede curarse en tan sólo una semana con la aplicación de este medicamento.

Este desarrollo a cargo del investigador Alfonso Islas Rodríguez, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), llevó 17 años de trabajo científico y se patentó en diciembre pasado.

En la búsqueda de antibióticos alternativos a la penicilina, el especialista empezó a estudiar las propiedades de la piel de la rana toro, especie que durante época de lluvias comúnmente habita en las inmediaciones de este campus universitario, informó el Consejo Nacional de Cienia y Tecnología (Conacyt) a través de su agencia informativa.

Los seres vivos cuentan con una respuesta inmune innata que se manifiesta con métodos naturales que ayudan a eliminar los entes externos que buscan atacar nuestro cuerpo, explicó el doctor en ciencias biomédicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El investigador del CUCBA precisó que existen diversos mecanismos de defensa naturales y que él decidió analizar los péptidos antimicrobianos. Empecé, detalló, con el modelo de la rana, su piel es rica en esa sustancia ya que tiene 23 péptidos, que son ‘antibióticos naturales’ con los que nos defendemos todos los seres vivos.

En la naturaleza, agregó el profesor universitario, hay registro de dos mil 600 péptidos naturales antimicrobianos en los seres vivos y cuentan con características que atacan a bacterias y microbios; en contraste, Alfonso Islas señaló que los derivados de penicilina que se utilizan como antibióticos causan resistencia entre los microorganismos que son atacados.

“Los péptidos naturales antimicrobianos no causan resistencia. Nada mejor que algo que se ha probado por millones de años en la evolución de los seres vivos, y la selección natural darwiniana ha establecido que esos mecanismos naturales y eficientes no causan resistencia por una razón: rompen como una flecha la membrana de las bacterias, actúan de una manera muy esencial”, detalló.

En comparación con los productos derivados de la penicilina, este método “primitivo” rompe las membranas de los microbios al atacar por varios ángulos el agente invasor, lo que provoca que este muera al ser perforado por los péptidos, menciona el especialista de la UdeG.

Los péptidos para elaborar este producto se extraen de la piel de la rana, posteriormente se procesa y liofiliza; luego se le aplica agua y se coloca en una aguja veterinaria, listo para utilizarse en la ubre infectada de la vaca.

Informó que realizaron las pruebas necesarias en diferentes campos lecheros de los ranchos de la zona, y la marca comercial de este antibiótico es ranamicina como alternativa a la penicilina.

Aunque la patente que le otorgaron a este producto sólo permite su aplicación en vacas, el doctor Alfonso Islas señala que se pueden desarrollar más protocolos para que los péptidos puedan utilizarse en el tratamiento de infecciones en otros animales como los cerdos.

Luego de realizar las pruebas en ganado —que también derivó en una tesis de veterinaria a nivel maestría—, el producto fue patentado bajo el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes, en Suiza, donde se buscó otorgar a esta invención una protección internacional.

El inventor asegura que para ayudar a explotar al máximo los beneficios de este producto, cederá la patente a la Universidad de Guadalajara, para que sea esta institución jalisciense la encargada de dar a conocer el trabajo del docente y al mismo tiempo aproveche los posibles beneficios que pudieran darse si el extracto de piel de rana se comercializa de manera masiva.

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