• Esto es con base a nanomateriales metálicos y cortezas de plantas.
  • Por Dalia Patiño González

Puebla, Puebla. 10 de noviembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- El doctor José Albino Moreno Rodríguez, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), desarrolló un polvo a base de nanomateriales que permite la cicatrización en un 90 por ciento de heridas causadas por el pie diabético y úlceras varicosas.

En su laboratorio el doctor Albino Moreno observó que gracias a las características de porosidad de nanomateriales como el óxido de titanio (TiO₂) y el óxido de zinc (ZnO) se podían encapsular sustancias activas de cortezas y plantas como la Mimosa tenuiflora, conocida como Tepezcohuite, y el tournefortia hirsutissima, también llamada tlachichinole.

“En este laboratorio hacemos nanomateriales que pueden ser aplicados a diferentes áreas de la ciencia, pero en el caso del tepezcohuite y tlachichinole se enfoca al sector salud por las cualidades para regenerar y cicatrizar tejidos”, declaró en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt el doctor Moreno Rodríguez.

La metodología

Albino Moreno explicó que después de hacer la selección de plantas de uso medicinal que serían empleadas se utilizó el método Soxhlet para obtener los extractos.

“Primero se pone un solvente a punto de ebullición y el vapor de este se condensa a través de un refrigerante para que las gotas del solvente caigan dentro de un recipiente que contiene las partes de la planta, ya sea la raíz, las hojas o flores; entonces a través de soluciones polares como el alcohol se arrastran las moléculas de la planta y así obtenemos el extracto. Posteriormente, un volumen de 100 mililitros de extracto lo concentramos en un 80 por ciento, para eliminar el 20 por ciento de solvente, que es agua y alcohol”, detalló el doctor Albino Moreno.

El investigador explicó que después de obtener el extracto se eligen cantidades de 3 a 5 mililitros, dependiendo de la eficacia de la planta, para que sean encapsuladas en los nanomateriales, ya sea en óxido de titanio o en óxido de zinc o bien hacer una combinación con ambos.

“El óxido de titanio es un buen agente químico que cicatriza, pero es mucho mejor, casi en un 90 por ciento el óxido de zinc, entonces dependiendo de la herida es como se encapsula”.

Otra de las propiedades del óxido de titanio es que funciona como antibacterial, por eso al combinar tanto el óxido de titanio como de zinc se logra un efecto de cicatrización y además evita infecciones, señaló el doctor Albino Moreno.

 Pruebas en laboratorio 

Para verificar la eficacia de este compuesto, el investigador de la BUAP hizo pruebas aplicadas a modelos animales, obteniendo una cicatrización de 90 por ciento en un tiempo promedio de 10 días, mientras que en otros grupos donde sólo les aplicó el extracto por sí solo, la cicatrización tardo de 15 a 17 días y en una proporción menor al 90 por ciento.

“Se utilizó un primer grupo de ratas de control, al segundo grupo se le aplicó óxido de titanio; al tercer grupo, óxido de zinc y a un cuarto grupo le correspondió sólo los extractos puros de tlalchichinole y tepezcohuite. Un último grupo, conformado por 5 animales, les fueron colocados los nanomateriales que sintetizamos”.

Lo que observó el doctor Albino Moreno fue que en un lapso de 10 días se registró una regeneración celular avanzada en el 90 por ciento de la herida, respecto a los otros materiales aplicados.

Para el doctor Albino Moreno, los resultamos muestran la existencia de un sinergismo dentro de las sustancias que ayuda, en conjunto, a que los activos se liberen de forma eficaz y se observen resultados en menor tiempo del que regularmente se registra si son aplicados de forma individual.

“Respecto a los materiales individuales y al nanoreservorio que encapsulamos de todas las sustancias mencionadas se registró un porcentaje de cierre de la herida, ya con evolución de pelo, de un 90 por ciento, respecto a los otros, en un periodo de 10 días, mientras que los grupos con compuestos individuales evolucionaron sus lesiones en un periodo de 15 a 17 días y con un menor porcentaje de cicatrización”, detalló el doctor Moreno Rodríguez.

Este desarrollo derivó en la solicitud de dos patentes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), con el número de solicitud de registro MX/a/2014/010298 y MX/a/2016/009916, además de las publicaciones: “Estudios preliminares de caracterización y acción cicatrizante de nanomatrices de ZnO con extracto de Plantago major en la piel de rata” en la Revista Mexicana de Ciencias Farmacéuticas y el artículo Evaluation Of The Capacity Of Granulation In Surgical Wounds with Condensed Tannins in Matrices TiO₂ en el journals Cambridge Core.

Después de que se conocieron los resultados de la investigación del doctor Moreno Rodríguez, los nanomateriales, visibles como un polvo blancuzco, fueron probados en un paciente de 89 años que presentaba una úlcera de mediana profundidad, de aproximadamente de 5 centímetros de diámetro en su extremidad izquierda. Después de 13 semanas de aplicación diaria -de un gramo de polvo en la herida-  la cicatrización alcanzó  95 por ciento de la úlcera, sin que se registraran reacciones secundarias.

Úlceras y amputaciones 

El pie diabético se define como la infección, ulceración o destrucción de tejidos profundos, asociados a la pérdida de la sensibilidad al dolor y vasculopatía periférica de diversa gravedad en las extremidades inferiores. En estos casos, el pie diabético es vulnerable, pues ante el menor trauma se causan úlceras o infecciones.

Entre las lesiones más comunes en pacientes diagnosticados con diabetes mellitus están las uñas enterradas, pero también las ulceraciones que se complican y pueden derivar en una gangrena seca o húmeda, lo que hace necesaria la amputación del miembro, incapacitando parcial o totalmente a los pacientes, explicó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Eduardo Enrique López Villalobos, coordinador de la Clínica de Urgencias del Sistema de Salud Universitaria de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

“En los pacientes que tienen diabetes mellitus tipo 2 es más común este tipo de patologías, lo que sucede es que la microcirculación se ve afectada, es decir, primero se tapan los vasos pequeños y luego los más grandes y las arterias hasta que se queda sin circulación el tejido de los miembros a nivel pélvico, eso provoca que se muera el tejido, que las células se necrosen, aparezca la gangrena y luego la amputación”.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, las complicaciones reportadas en adultos diabéticos fueron: visión disminuida (52%); pérdida de sensibilidad en la planta de los pies (41 %); daño en la retina (11.2%); pérdida de la vista (9.9%); úlceras (9.1%) y amputaciones (5.5%) en uno de cada 10 pacientes diagnosticados.

Para el doctor López Villalobos, los enfermos de diabetes mellitus puede vivir muchos años y tener una buena calidad de vida si se cuidan, hacen ejercicio y sigue las recomendaciones y tratamiento médico, sin embargo, asegura que a pesar de que existen campañas para concientizar a la población sobre este problema de salud pública, no hay un verdadero interés, incluso en propios pacientes diabéticos.

Al respecto, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 reporta que 46% de los adultos con diabetes no sigue ninguna medida preventiva para retrasar o evitar complicaciones; de ahí que sólo 2 de cada 10 adultos con esta enfermedad se realizan una revisión de pies anualmente.

El especialista en Emergencias Médico Quirúrgicas, López Villalobos, indicó también que los factores principales para desarrollar diabetes mellitus suelen ser de carácter genético, aunque existen otros condicionantes como la obesidad y la vida sedentaria que determinan el desarrollo de esta enfermedad que anualmente deja en México aproximadamente más de 98 mil muertes.