“En este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos.”

Benjamin Franklin

 

Por: José Javier Rodríguez Ochoa*

Estamos presenciando un parteaguas en materia económica en nuestro país. Los hidrocarburos, otrora la fuente principal del sostenimiento de las finanzas públicas, se agotan y su precio se desploma. El destino nos ha alcanzado, hemos pasado de la administración de la abundancia de la riqueza petrolera de finales de los setentas, a la crisis energética de este nuevo siglo.

Sin ese salvavidas que siempre mantuvo a flote las arcas nacionales, hoy parece ser el momento de meter mano, con mayor rigor, en el bolsillo de los contribuyentes. Al menos esa es la consigna del Servicio de Administración Tributaria (SAT), organismo desconcentrado de la Secretaría de Hacienda de nuestro país, encargado de la recaudación de impuestos.

La demanda de recursos para el sector público, en este nuevo año, ronda los 4.7 billones de pesos, la meta recaudatoria en materia de impuestos se sitúa en al menos 2.4 billones. De ese tamaño es el esfuerzo que se solicita a los poco más de 50 millones de contribuyentes inscritos en el padrón, según cifras del informe de gestión tributaria al tercer trimestre de 2015.[1]

Lo anterior sin considerar los ingresos necesarios para compensar la caída en el precio del petróleo, el cual en estos momentos se sitúa en alrededor de 20 dólares por barril en los mercados internacionales, cuando el indicador considerado para realizar las proyecciones de ingresos fue de 50 dólares por cada barril.

En este contexto, el SAT tendrá que echar mano de las diversas herramientas, sobre todo en materia tecnológica, con las que cuenta al día de hoy para asegurarse del cabal y oportuno cumplimiento de las obligaciones tributarias.

Ante este panorama algunos de los temas que debemos tener presentes como contribuyentes son:

  • Los contribuyentes del novel Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) que iniciaron a tributar en el mismo durante 2014 o 2015, en este ejercicio de 2016 empezarán a realizar pagos por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR) al disminuir de 100% a 90%, la reducción que les conceden las disposiciones fiscales en el pago de dicho impuesto. Misma situación deberán contemplar estos contribuyentes respecto al pago de los impuestos al valor agregado (IVA) y especial sobre producción y servicios (IEPS) por las operaciones que realicen con el público en general.
  • Entrada en vigor de la obligación de envío de la contabilidad electrónica para la totalidad de las empresas, así como para los empresarios y profesionistas de mayores ingresos. A partir de 2016 se encuentra perfectamente estipulada la multa por no cumplir con esta obligación, la cual asciende de 5 a 15 mil pesos.
  • De la mano con el punto anterior, la autoridad fiscal arrancará con una nueva herramienta de fiscalización, la auditoría electrónica vía el buzón tributario del contribuyente. De estas se dice que serán al menos 10 mil en 2016 e iniciarán a partir de julio.

Aunado a lo anterior, la autoridad tributaria cuenta con otras herramientas como la factura electrónica, las diversas declaraciones informativas, información del sistema financiero, intercambio de información con autoridades fiscales de otros países, entre otras, con las cuales puede realizar cruces de información y determinar diferencias contra las cifras que arrojan las declaraciones de impuestos presentadas, solicitar aclaraciones e imponer créditos fiscales por montos significativos y esto a cualquier persona aún y cuando no se encuentre registrado.

Para hacer frente a estas medidas y con el fin de evitar contingencias futuras, el contribuyente debe adoptar una posición de transparencia en sus ingresos y movimientos patrimoniales, informar lo que deba declararse y aprovechar al máximo los beneficios y exenciones, todo esto conforme a las disposiciones fiscales vigentes.

No lo eche por tierra, lo que está en juego es su patrimonio y en el caso extremo, su libertad. Si tiene alguna duda o requiere apoyo en estos temas no dude en contactarnos:  javier.rodriguez@rycc.com.mx

*José Javier Rodríguez Ochoa, se desempeña como consultor fiscal y de negocios. Es Contador Público Certificado y cuenta con el posgrado de Maestría en Impuestos

[1]http://www.sat.gob.mx/transparencia/transparencia_focalizada/Documents/itg2015_t3/ITG_T3_2015.pdf