• Una novedad que se plantea es una bolsa de aire que se infla en caso de colisión lateral entre los pasajeros.

Por Thomas Geiger (dpa)

Las estadísticas son claras: el mayor equipamiento de seguridad de los automóviles ccontribuye a bajar la tasa de mortalidad en accidentes de tránsito. En Alemania se registró en 2017 el número más bajo de muertos por esta causa desde que se inició el relevamiento, hace ya 60 años, a pesar de que la densidad de tráfico es cada vez mayor.

En los últimos años se ralentizó un tanto la disminución de la mortandad, pero según expertos como Hans-Georg Marmit, de la organización de supervisión técnica KÜS, es indudable que la mejora se debe ante todo a las medidas de seguridad mayores en los autos modernos, y dentro de ellas, prioritariamente a la instalación de bolsas de aire.

“Los sistemas de asistencia al conductor y especialmente las bolsas de aire son efectivos salvavidas”, dice Marmit. Aun así, cada uno de los 3177 muertos por accidentes viales en Alemania el año pasado es uno en exceso. La industria automotriz continúa buscando cómo cerrar los baches de seguridad, a pesar de que ya existen autos con una decena de bolsas de aire.

Una de las soluciones de seguridad adicionales podría ser la bolsa de aire central, que se despliega desde la parte superior del respaldo del asiento y se infla en caso de colisión lateral entre los pasajeros. Se evita así que los ocupantes del vehículo se golpeen entre ellos o contra el asiento vecino, lesionándose del flanco contrario al del impacto. La primera versión de este airbag producida por la empresa alemana ZF ya se puede adquirir como opcional para el Audi A8, aunque sólo para la hilera de asientos traseros.

Otra bolsa de aire novedosa es el que desarrolla la Mobis, una subdidiaria de Hyundai. Se trata de un airbag que se despliega en caso de vuelco por delante del techo deslizante, previniendo lesiones en la cabeza o una expulsión a través de la apertura en el techo. El airbag se abre ya cuando los sensores detectan un riesgo de vuelco y es especialmente veloz en inflarse: en 0,08 segundos se despliega como una cortina frente al techo deslizante, según la automotriz surcoreana. No se dio a conocer cuando se incorporaría esta innovación a la producción en serie

Ya no se procura proteger solamente a los ocupantes de los automóviles con las bolsas de aire. Los nuevos desarrollos tienden a incorporar airbags externos que protegen a peatones y ciclistas en caso de ser colisionados por un auto. Así por ejemplo con el airbag que se despliega sobre el capó del motor del último Volvo V40 para evitar el choque contra el parabrisas de personas externas al auto. Este dispositivo de seguridad no se incluye aún en la fabricación en serie.

Las bolsas de aire tienen, a pesar de su utilidad actual, una vida futura acotada. Al menos así lo ve Laurens van den Acker, el jefe de diseño de Renault. “Si pensamos a fondo el concepto del auto autónomo, llegará el momento en que no existan más los accidentes de auto”, dice el diseñador holandés y se alegra por la libertad creativa que le ofrecerá esa situación: “Sin los airbags podemos diseñar los autos de modo completamente distinto, tanto por dentro como por fuera.”

Pero por ahora cabe plantearse cuestiones de seguridad pasiva también para los autos autónomos. Uno de los atractivos de estos vehículos es que se puede configurar con mayor libertad la disposición de los asientos. “Mientras no tengamos un tráfico totalmente libre de accidentes necesitaremos las bolsas de aire para lidiar con colisiones también en los vehículos autónomos”, dice Christoph Horn, portavoz de ZF. A los airbags les queda aire para rato.