Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- En el Laboratorio de Sistemas Complejos del Centro de Investigación en Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (CIC-UAEM), el grupo de investigación del doctor Markus Franziskus Mueller estudia de qué manera los estímulos acústicos pueden conducir espontáneamente a un mejor desempeño cognitivo y a mejorar en la cancha de futbol.

De acuerdo con el doctor en física teórica por la Universidad Técnica de Dresden, Alemania, los ritmos musicales mejoran significativamente la coordinación interpersonal. Aparentemente, dice, la estructura temporal del ritmo auditivo ayuda en la coordinación de los movimientos, esto debido a una fuerte conexión entre la corteza auditiva y motora.

“Si estamos sentados y concentrados en algo mientras escuchamos un fondo musical, quizá sin darnos cuenta estamos moviendo el pie. El ritmo acústico actúa como un marcapaso que empuja la parte motora”, explicó. A este fenómeno se le conoce como entrainment, en el cual, bajo la influencia de estímulos acústicos rítmicos los individuos modifican la frecuencia de su movimiento.

De esta observación, el grupo de investigación del doctor Markus Mueller se preguntó si un ritmo acústico también podría tener un impacto en la coordinación interpersonal y en la que cada individuo trate de interactuar en función de los demás. Es así que la CIC-UAEM, en colaboración con el Departamento de Música y Musicología de la Universidad de Hildesheim y el Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad de Hannover de Alemania, diseñaron un experimento que consistió en medir los estímulos acústicos rítmicos en jugadores de futbol.

“Pensamos que el terreno más adecuado para estudiarlo podría ser en el balompié. Hay publicaciones que articulan al equipo de futbol como un súper organismo. Un caso interesante es la selección de futbol de España con su famoso tiquitaca, con su secuencia de pases rápidos por el que se guían, actúan como un súper organismo”, justificó.

Es así que el experimento se realizó con la participación de hombres y mujeres que practican balompié en las ligas de futbol de Alemania, quienes realizaron una rutina de ejercicio como parte de sus sesiones de entrenamiento, y con quienes se formaron equipos.

Durante el experimento, los equipos estuvieron bajo la influencia de un ambiente acústico, en sincronía, a 140 pulsaciones por minuto; así como en condiciones no-síncrono.

Mejores resultados en la estadística de goles

La investigación, que nació de la casualidad e inicialmente como un pasatiempo, ha arrojado resultados interesantes, mismos que están en proceso de publicación.

“En el modo síncrono hay un efecto desentendido por lo que causa un efecto positivo. Obtuvimos resultados positivos significantes en la estadística de goles. En el modo síncrono, los equipos lograron marcar 30 por ciento de goles en comparación con aquellos que no fueron sometidos a un estímulo musical. Hay investigaciones que declaran que alrededor de 40 por ciento de los goles de futbol ocurren de puro ‘churro’. ¿Esta es la razón del porqué un equipo de tercera división puede ganar contra aquel de primera división? Por ejemplo, en la actual competencia de la Copa Alemana, un equipo de tercera división eliminó a varios equipos de primera. Por lo tanto, el significante aumento de los goles en el modo síncrono no era de esperarse”, explica.

El investigador añadió que de manera general al escuchar música se modifica la frecuencia del movimiento. Entonces, si todo el equipo escucha el mismo ritmo, quizá las frecuencias de sus movimientos sean similares. “Hay estudios de otros grupos de investigación que señalan que si ciertas personas se mueven con la misma ritmicidad, facilita la proyección que hará el otro. Mi teoría es que si yo puedo predecir lo que están haciendo mis compañeros, se fomenta la acción conjunto”, añadió.

Para probar si esta hipótesis era cierta, el doctor Markus Franziskus Mueller y su alumno Ignacio García Madrid, de la maestría en ciencias cognitivas, realizaron otro estudio que consistió en poner a caminar a un determinado número de personas sobre una cancha de futbol con y sin un balón como distractor, al tiempo que escucharon diferentes ritmos musicales.

“Resulta que la frecuencia de los pasos se modifica al escuchar música, pero las frecuencias de pasos de las personas no se hacen más similares. Cada individuo modifica la frecuencia de sus pasos de manera personal debido a los ritmos acústicos”, comentó.

¿Diferencia de género, diferencia de ritmo?

De acuerdo con el especialista miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la puntuación de los equipos masculinos de futbol mejora significativamente al jugar bajo la influencia de un ambiente acústico. Aparentemente hay un efecto de la atención provocado por escuchar ciertos estímulos rítmicos en un determinado tempo que sincroniza el juego en conjunto, para el caso de los varones. Sin embargo, el efecto no fue el mismo en las mujeres, quienes mostraron el peor desempeño con un tempo igual al de los hombres.

Tras estos resultados nació la interrogante: ¿por qué los hombres reaccionan tan positivamente escuchando un cierto ritmo de manera síncrono y las mujeres no?

“Hay una publicación sobre la red funcional activa de cerebros masculinos y femeninos escuchando música y esta red funcional es muy diferente entre ambos géneros. Si en cerebros masculinos y femeninos diferentes regiones están activas, quizá las chicas necesitan otro tempo para sincronizar”, comentó.

Adicional a este experimento, el doctor Markus Franziskus Mueller y la estudiante de maestría en ciencias cognitivas Antonieta Martínez Guerrero realizaron otro ensayo con el fin de probar si la atención de los jugadores femeninos y masculinos se sincronizaba, o bien el nivel de atención puede ser influenciado por los ritmos musicales.

“Pensamos que quizá hay un entrenamiento de la atención. Notamos que los hombres tenían de manera muy significante el mejor desempeño escuchando el ritmo de 140 percusiones por minuto, que coincide con los resultados del experimento de futbol. En el caso de las chicas participantes, aquellas que estuvieron en los primeros tres días de su ciclo menstrual, tuvieron un mejor desempeño escuchando un ritmo de 100 percusiones por minuto, pero sin este parámetro hay cero efecto”.

En términos generales, se observó que el desempeño de las participantes en esta prueba de atención depende significativamente del ciclo menstrual. “Aparentemente, las chicas mejoran su desempeño con un tempo diferente, queremos seguir trabajando sobre este tema y complementar la estadística”, comentó el doctor Markus Mueller.