• El recinto sacó lo mejor de sus colecciones arqueológica, histórica y artística, para conmemorar la efeméride a través de una exposición temporal

Guanajuato, Gto. 26 de junio de 2018.-Reza el dicho que quien no conoce la Alhóndiga de Granaditas, no conoce México; y no falta razón a la sabiduría popular considerando que el 18 de septiembre de 1810 aquí tuvo lugar la primera batalla por la independencia de la entonces Nueva España. A partir de entonces, quizá este espacio no había tenido función más digna que la que cumple desde hace 60 años: ser la sede del Museo Regional de Guanajuato.

Como custodio de tan significativo espacio, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) conmemora las seis décadas de este recinto museístico a través de una exposición que, entre otros aspectos, destaca su valor arquitectónico, inscrito en los patrones neoclásicos de fines del siglo XVIII, y su evolución histórica a lo largo de poco más de dos siglos, pues su construcción concluyó en 1809, aún durante la intendencia de Juan Antonio de Riaño y Bárcena.

En representación de la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda y del director general del INAH, el antropólogo Diego Prieto Hernández, los coordinadores nacionales de Centros INAH, y de Museos y Exposiciones, José María Muñoz Bonilla y José Enrique Ortiz Lanz, respectivamente, fueron los encargados de inaugurar las actividades conmemorativas del Museo Regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas.

José María Muñoz Bonilla expresó que la celebración del 60 aniversario del museo es un reconocimiento al esfuerzo colectivo que ha hecho posible su funcionamiento como un lugar esencial para el aprendizaje de generaciones de la historia patria; pues la Alhóndiga de Granaditas ha sido y seguirá siendo “un símbolo que nos sirve para dar sentido a nuestra gran nación, independientemente de los tiempos que estemos viviendo, prósperos o difíciles”.

Recordó que este carácter de museo regional fue posible gracias a un convenio signado el 26 de junio de 1958 entre el INAH, como organismo federal, y el gobierno del Estado de Guanajuato, instancias con las que ha colaborado siempre el municipio de Guanajuato. Además —indicó— es el único museo cuya recaudación va de manera directa a su operación, un modelo de gestión al cual debe parte de su éxito, aunque su verdadero sostén es el personal del INAH que le da razón de ser a través de la investigación, conservación, preservación y difusión de sus acervos.

Muñoz Bonilla reiteró que el Museo Regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas “es síntesis de la grandeza de Guanajuato y de México. Lo fue en la época virreinal gracias a su rica minería y como granero de la Nueva España, y ahora como lugar donde resurge la memoria de nuestra independencia nacional”.

En ese mismo sentido se pronunció Juan Alcocer Flores, titular del Instituto Estatal de la Cultura, quien comentó que en su carácter de museo, la Alhóndiga continúa siendo un granero, “un lugar donde se preserva el origen, la esencia de un pueblo, sus códigos y sus formas”. Mientras, el cronista de la ciudad de Guanajuato, Eduardo Vidaurri Aréchiga, lo denominó “santuario cívico de la patria” y recordó el infausto tiempo en que de sus esquinas, enjauladas, colgaron las cabezas de los caudillos Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez.

Por su parte, Gabriela Sánchez Villegas, directora del Museo Regional de Guanajuato, reconoció que en la exposición conmemorativa del 60 aniversario está la visión del arquitecto David Jiménez Guillén, delegado del Centro INAH Guanajuato, quien quiso destacar la valía constructiva de este inmueble. Al respecto, los elementos iconográficos de la portada fueron utilizados con maestría por el arquitecto alarife José Alejandro Durán y Villaseñor en 1796, no obstante su proyecto fue rectificado por José del Mazo y Avilés, director de Arquitectura de la Academia de San Carlos.

La muestra que permanecerá en las salas Casimiro Chowell y Manuel Doblado hasta septiembre, va más allá. Los asistentes podrán apreciar los diversos usos que ha tenido la Alhóndiga de Granaditas a lo largo del tiempo: almacén de granos, que era su función original; fortaleza realista durante la independencia de México, prisión en el segundo imperio por orden de Maximiliano de Habsburgo, Escuela de Artes y Oficios para los presos de Granaditas y, finalmente, institución museística.

“También se exhibe una parte del patrimonio de los pueblos originarios de México, algo que ha sido posible gracias a la generosidad de tres agentes: Frederick Field, arqueólogo estadunidense quien donó a este recinto más de 3,000 sellos prehispánicos que se caracterizan por su gran diversidad de origen; el maestro José Chávez Morado y su esposa Olga Costa, quienes donaron una colección de arte mesoamericano; así como la Universidad de Guanajuato, que cedió la colección arqueológica de estilo Chupícuaro.

“En esta exposición también rendimos homenaje a dos personas que destacan en la historia de nuestro país: Daniel Rubín de la Borbolla, amante de los pueblos indígenas de México, y el maestro José Chávez Morado, luchador social y autor de La abolición de la esclavitud, uno de los tres murales que realizó en la Alhóndiga de Granaditas. Ambos se caracterizaron por divulgar los grandes tesoros de las expresiones artísticas y manifestaciones culturales de nuestro país”, señaló la maestra Gabriela Sánchez Villegas.

Finalmente, la directora del recinto invitó a todos a reflexionar sobre cómo se imaginan al Museo Regional de Guanajuato en el futuro. Para ello, quien visite la muestra puede descargar un código QR para darle respuesta o puede dar su opinión desde su celular, ingresando a la siguiente dirección: http://li576-16.members.linode.com/alhondiga

Al acto conmemorativo por el 60 aniversario del Museo Regional de Guanajuato acudieron también Jorge Daniel Jiménez Lona, secretario general del Congreso de ese estado; y Domi Rangel, presidenta de la Asociación de Amigos del Museo, así como buen número de guanajuatenses que orgullosos de su monumento —“El Castillo”, como lo denominan popularmente— continuaron el festejo a son de estudiantina.