INUNDACIONES Y FALTA DE AGUA

BIOECONOMUNDO, por Rodrigo Diez de Sollano

Cada tormenta en tiempo de lluvias causa inundaciones en diversas poblaciones del país, empezando por la Ciudad de México y siguiendo por las ciudades más grandes e incluso en poblados pequeños sufrimos de inundaciones mientras que cada día es más escaso el suministro de agua potable en la mayoría de las zonas urbanas del país.

¡Por una parte tenemos exceso de agua y por otra nos hace falta! ¿A que se debe esta paradoja?

Esto es el resultado de un proceso de largo plazo de mal uso de los recursos naturales que incluye la deforestación de grandes áreas en diferentes regiones, ya sea para cambiar a uso agrícola o ganadero o para urbanización. También por la contaminación de los ríos y arroyos con drenajes y basura. Por la invasión de los cauces naturales del agua con construcciones de diversos tipos. La pavimentación de calles y plazas que antes eran zonas de absorción de agua de lluvia. El desperdicio del agua disponible ya sea por mal uso o por daños en las tuberías de conducción. La no captación de las aguas pluviales. Además por no limpiar y reciclar los drenajes, etc.

Todo esto y más a lo largo de muchos años, de tal manera que los daños al ecosistema van pasando lentamente y desapercibidos, hasta que en cierto momento hay un punto de inflexión porque sucede una tragedia o porque los daños acumulados son de tal magnitud que la presión social obliga a hacer algo al respecto.

¿Es posible dar marcha atrás a este proceso de deterioro?

En mi concepto si se puede, pero requiere una gran dosis de consenso social y de voluntad política para poner en práctica soluciones que en cierto momento causarán gastos y molestias temporales además de que suelen ser obras poco visibles por lo que no reditúan políticamente. Por ejemplo:

La reparación de las líneas de conducción de agua potable podría ahorrar cerca del 30% del agua bombeada que actualmente se pierde por daños en las tuberías. El problema es que estas tuberías están bajo tierra y una vez reparadas se olvida el tema… Para convencer a funcionarios públicos y ciudadanos en general de la necesidad de invertir recursos públicos en este asunto, se requiere una gran campaña de publicidad que aporte información suficiente para mover voluntades políticas.

La invasión de los cauces de ríos y arroyos con construcciones de diversos tipos es algo que se ha ido realizando poco a poco, a lo largo de muchos años y en el momento de una inundación de casas habitación o de centros comerciales parecería que sucedió de repente, sin previo aviso. La solución no es hacer más altos los muros de contención, sino liberar espacio en los que eran cauces naturales para que pueda fluir el agua de lluvia. Lo anterior requeriría la destrucción de construcciones, pero a nadie le gusta la idea de destruir su casa, y si esto se requiere realizar a lo largo de kilómetros de antiguos cauces, ¡entonces el asunto se complica! Nuevamente se necesita una enorme compaña publicitaria para convencer a todo mundo de la necesidad y del beneficio público de esas obras.

La recuperación de agua de lluvia es una fuente de agua disponible pero que se ha utilizado muy poco. Se podría suministrar entre el 25% y el 50% del agua requerida. Pero… es necesario hacer ciertas obras de captación y almacenaje en cada casa o edificio. Esto es más fácil realizarlo si desde antes de construir se diseña el sistema como parte integral de la construcción, en cambio hacerlo en una casa ya construida puede ser difícil y molesto. Aquí viene de nuevo la indispensable comunicación social para que cada propietario de vivienda o edificio se entere de las ventajas y ahorros que significa el uso de agua de lluvia.

Durante siglos las zonas urbanas de México han tenido la pésima costumbre de descargar sus drenajes en los ríos y arroyos cercanos, lo cual contamina sus aguas que antes eran limpias y las orillas de estas corrientes se vuelven insalubres, además de hacerle la vida imposible a los poblados que se encuentran aguas abajo. La “inteligente solución” es entubar el río para esconder la suciedad.

El tratamiento y reciclado de los drenajes son otra fuente de agua utilizable para riego y para fines industriales, pero lo primero que habría que hacer es prohibir mezclar aguas residuales con aguas limpias porque los volúmenes a tratar son mucho mayores y los riesgos sanitarios en casos de inundaciones son más grandes.

Es necesario “volver atrás” y separar los drenajes de las aguas limpias de ríos y arroyos para llevar las aguas residuales a plantas de tratamiento de menor tamaño y más repartidas en las zonas urbanas de tal forma que sea posible reutilizar las aguas tratadas en lugares cercanos y con menor gasto de bombeo. Estas acciones pueden realizarse a la par de la recuperación de cauces de ríos que cruzaban la zona urbana y que ahora están entubados. Al mismo tiempo se puede ir creando una red de parques lineales a lo largo de los cauces recuperados. Por supuesto que se requiere sumar voluntades por lo que la comunicación social del proyecto y sus impactos son indispensables.

La deforestación es parte del origen de esta problemática porque las áreas deforestadas pueden causar inundaciones acompañadas de avalanchas de piedras y lodo. Además de reducir la infiltración de agua hacia el suelo lo que trae como consecuencia la disminución de los mantos acuíferos. Urgen más campañas de reforestación y de educación cívica para conservar nuestros bosques.

En resumen, la solución de la problemática que implican las inundaciones y la falta de agua potable, pasa obligadamente por el uso responsable del agua y el respeto al medio ambiente y no necesariamente por la construcción de grandes represas…

Twitter: @DeSollano

Fuentes de Información:
www.gob.mx/conagua