El ser humano podría no estar preparado para satisfacer la creciente demanda de conexión a internet que solicitan los millones de usuarios de la red todos los días, la cual se ha convertido en una clara necesidad de las sociedades actuales, fue la reflexión que hizo el maestro Armando Martínez Torres, durante el Café Sociológico, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UDG)

“Cómo las tecnologías han transformado a las sociedades“, fue el nombre de la charla, llevada a cabo la noche de ayer lunes 8 de febrero, en la Librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica, en la que el psicólogo y programador advirtió que el ser humano ha llegado a un punto sin retorno, en donde las nuevas tecnologías son imprescindibles en los ámbitos económico, social, laboral y personal, entre otros.

El maestro Armando Martínez explicó que, en sus estudios, ha analizado estadísticas demográficas del mundo, y las ha comparado con la cantidad de usuarios que se conectan a la red actualmente, lo que lo ha llevado a deducir que habrá crecimiento exponencial de estos últimos, para los próximos 50 años, situación que será difícil de sostener y que “podría generar una ruptura”.

El académico del Centro Universitario de la Ciénega de la UdeG, habló sobre los costos económicos de mantener conectados a los 4 mil millones de usuarios que existen en promedio con acceso a la red, en todo el mundo, pero sobre todo del costo de energía eléctrica y la cantidad de emisiones de bióxido de carbono que esto produce.

“Podemos darnos cuenta que en este momento se están empleando más de dos millones y medio de megawatts en el uso de internet, lo que está generando más de dos millones de toneladas de CO2”, señaló Martínez Torres, con lo que cuestionó la idea de una disminución de impacto ecológico con la llegada de nuevas tecnologías. 

“Se dice no imprimas tal correo si no es necesario, con esto ayudarás al medio ambiente, pero yo me pregunto dónde está el beneficio. ¿Realmente lo hay? ¿Hay que ir más allá y pensar quién sostiene esa red y qué costo estamos pagando por ella?”, afirmó el maestro en Ciencias.

En cuanto al impacto sobre el uso de Internet en la dinámica de interacción social, refirió que quienes más usan la tecnología para comunicarse con smartphones, tabletas, y computadoras —el grupo de los 8 a los 20 años—, son quienes menos están conscientes del evidente cambio en la forma de comunicarse que ha venido con el uso de redes sociales y que en casos documentados ha llevado a la dependencia.