•  En Emiratos Árabes, los halcones son parte de la familia, viajan en avión y acompañan a sus dueños en su habitación.

Por Benno Schwinghammer (dpa)

El halcón goza de una condición privilegiada en los países del Golfo. Es el símbolo nacional en los Emiratos Árabes, que representa la fuerza, la libertad y la hermandad entre los árabes. Estas aves rapaces son tan sagradas que incluso es posible verlas sentadas junto a su dueño en aviones que vuelan en la región. El costo del pasaje no importa como tampoco los gastos veterinarios.

Margit Müller dirige el mayor hospital de halcones del mundo en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. Incluso la familia real habla con la veterinaria alemana cuando sus mascotas tienen algún problema. Pueden comunicarse con ella día y noche.

Las aves rapaces son tan importantes que los hombres llevan a sus halcones al hospital estatal, mientras que sus mujeres van solas con sus hijos al médico, cuenta la veterinaria nacida en Baviera sentada en su oficina en Abu Dabi. Los halcones tienen aquí muchos más privilegios que los perros en Alemania, asegura. Y no solo viajan en avión, también acompañan a sus dueños en el dormitorio, agrega.

“Tenemos muchos cetreros que besan a sus halcones y viceversa”, señala Müller, quien se encuentra en Cercano Oriente desde el año 2001 tras un sorpresivo llamado y solamente viaja a Alemania en ocasiones especiales.

El amor de los árabes por las aves de presa con sus picos afilados y una envergadura que muchas veces supera el metro se remonta a una época en la que en los países del Golfo, ricos en petróleo, aún no había rascacielos. Hace 60 años, la metrópolis Abu Dabi no era más que una aldea en el desierto, en la que los beduinos vivían sin electricidad ni agua corriente.

Los halcones se usaban para cazar, lo que aseguraba la supervivencia de la familia. “Por esta razón, el halcón sigue sin considerarse como un elemento deportivo, sino que forma parte de la familia”, apunta Müller. La cetrería es una de las pocas maneras en que las personas de la región “pueden volver a sus raíces, a su propia identidad”, señala.

Cada año, tres veterinarios y una gran cantidad de asistentes atienden en la clínica más de 11.000 halcones provenientes de todo el Golfo, con excepción de Qatar. Los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y otros estados de la región mantienen desde hace varios meses una disputa política con el país vecino.

Los halcones son atendidos por distintas causas: plumas dañadas, enfermedades infecciosas o simplemente para recortarles las garras. Si bien son animales fuertes tienen su costado sensible. Y para que no griten fuertemente o se ataquen unos a otros se les tapan los ojos durante la revisión. Con una venda en los ojos, es posible mantener juntos a varios halcones en un mismo espacio sin que surjan problemas.

En días normales, el hospital está abarrotado de halcones, cuyo valor asciende a varios millones de dólares. Sobre todo, las aves de la familia real son especialmente llamativas. Si alguna está enferma, el Palacio llama a diario para consultar sobre el estado de salud de la mascota real.

Hay grandes diferencias en los precios de estos animales, explica una anestesista: “Esto depende completamente del tamaño y el tipo. Comienza en los 5.000 dírhams, pero puede llegar hasta los 500.000”, lo que equivale a más de 130.00 dólares.

Los halcones en el Golfo no solo son mascotas, sino también un símbolo de prestigio. En el hall de entrada de la clínica cuelga una fotografía que muestra a Margit Müller con el príncipe heredero Mohammed bin Zajed entregando a la veterinaria alemana el “Premio Abu Dabi”, la mayor condecoración civil en los Emiratos. “Ese fue, creo, el mejor momento de mi vida”, recuerda.