Ciudad de México, 20 de julio de 2018 (Notimex).- Para competir en el mercado con un producto funcional y de mayor contenido nutrimental, la ingeniera en alimentos Mónica Dorado Martínez utilizó harina de chapulín para crear una mezcla de pastel con sabor a chocolate y una barra energética.

La egresada de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, campus Zacatecas, del Instituto Politécnico Nacional (UPIIZ IPN), explicó que busca ofrecer a las personas productos novedosos dentro de las nuevas tendencias de alimentos y con mayor contenido nutrimental.

Recordó que estos productos tienen tres veces más proteína, además de que la proteína proveniente de los insectos es de mayor calidad y produce menos contaminación e impacto ambiental que la de origen ganadero.

Para el desarrollo del producto contó con la colaboración del maestro en ciencias Oscar Javier Ramos Herrera, quien cooperó con la información nutrimental de la formulación, y de la también maestra en ciencias Brisa Rico Luna, quien apoyó con el análisis financiero para evaluar la factibilidad de instalar una planta de producción en Zacatecas.

En entrevista explicó que para producir la harina se utilizan deshidratadores, pulverizadores y tamices que procesan el chapulín, ya que tiene un alto contenido de humedad y se requiere de un determinado tamaño de partícula para ser considerada como harina.

Afirmó que “esto también ayuda a que la textura sea lo más parecida en propiedades físicas a los productos convencionales, para que la experiencia del consumidor al ingerirlos también le sea agradable”.

La ingeniera planea ampliar la gama de sabores y ya inició los procesos de registro de la idea ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), así como la comercialización al público bajo pedidos por Internet.

Una barra energética de 100 gramos tiene de 18 a 20 gramos de proteína mientras que las convencionales tienen de tres a seis gramos; la caja de harina para pastel premezclada de 500 gramos tiene tres veces más proteína que las que se venden en el mercado .

Actualmente existen otros productos hechos con harina de chapulín, como la pasta para sopas en Querétaro, galletas o sopas instantáneas en otras regiones del país.