CÓMO NO HABLARLE A UN MILLENIAL

CÓMO NO HABLARLE A UN MILLENIAL

B-Social, por Brenda Orozco

Yo soy una orgullosa millenial y de ello queda constancia en varias columnas donde me precio de serlo. Consumo y genero contenidos de manera muy diferente a como lo hacen la generación X, los nacidos entre 1961 y 1979, conocidos como inmigrantes digitales.

Nosotros los millenial, los de “a devis” no vemos televisión y en caso de hacerlo, no sintonizamos televisión abierta. Somos consumidores de programación on demand, es decir, Netflix y similares. Nos enteramos en tiempo real de los hechos noticiosos a través de Periscope o por transmisiones en vivo en Facebook. Sintonizamos radiodifusoras por internet, leemos los encabezados en síntesis informativas o en páginas que se dedican a compilar las 8 columnas de varios periódicos nacionales e internacionales.

Estamos acostumbrados a leer pequeños textos gracias a Twitter, por lo que hemos aprendido a expresarnos así, en pocos caracteres. Si queremos saber más, simplemente damos clic al enlace y nos vamos a un sitio donde se desarrolla la noticia de manera breve e intercalándola con videos, fotos o gifts. El microblogging, lo aplicamos en nuestras vidas: respuestas cortas, emoticones que sustituyen palabras, simples “si” o “no”.

Y esto sale a colación porque en las últimas semanas he sido testigo del esfuerzo que hacen algunas campañas sociales o figuras públicas de llamar la atención de millenial y young millenials pero se enfocan en trasmitir sus mensajes por televisión o redactan laaaaargos textos, en los que en algún momento, se pierden. ¡No! No pueden seguir hablándonos así, de verdad, no nos llega, están gastando en vano.

¿Hay un riesgo en informarnos únicamente on line? Por supuesto que sí. El exceso de información confunde y llegamos al punto de creer todo, de propagar rumores sin confirmar, de confundir el humor, el esparcimiento, con una fuente oficial. No existe ya una línea que divida al reportero, al funcionario, al político, del ser virtual, del ser humano. Por ello es tan importante que los emisores aprendan cómo llegar a nosotros, cómo hacernos llegar su mensaje, para no encontrarlo en otro sitio pero ya distorsionado.

Hoy los millenial ´s somos la generación con más preparación académica y más oportunidades educativas, por ello somos tan críticos y observadores; somos la generación que tiene muchas respuestas, pero la mayoría googleadas. Somos la generación que no quiere ser jefe, sino líder; que busca la justicia y lucha contra el calentamiento global desde una habitación con una computadora que sólo abona más a que se caliente el planeta.

Somos gente de contrastes y contrasentidos, pero definitivamente también somos consumidores y si quieres captar nuestra atención, aprende a hablarnos.