SECTOR PRIMARIO, por Francisco Mayorga Campos*

Si pudiéramos ser prácticos y simplistas, entre un mar de apoyos, programas y funciones que tiene la Secretaría de Agricultura  SAGARPA y las entidades que participan en el PEC (Presupuesto Especial Concurrente), que es la suma de los apoyos que van al campo y que suman más de 300 mil millones de pesos; un verdadero cambio de paradigma en función de las urgencias que tenemos los que participamos en el campo tendría que enfocarse solo a 3 puntos.

Resumiendo. El gobierno debería de dedicarse a lo siguiente:

Infraestructura. Urge contar con infraestructura digna, que disminuya costos los productores y que agilice las cuestiones logísticas de abasto. Digo digna porque lo que hay en muchas áreas hoy es para causar lastima. Atenta contra lo más elemental de los derechos humanos.

Ejemplos sobran. El estado de los caminos y   las carreteras, la pobre investigación y desarrollo que generan los organismos públicos, los elefantes blancos que se vuelven focos de corrupción y que mejor se terminan consesionando  a particulares sin cumplir sus fines originales.

Al haber mejora en este rubro, automáticamente se disminuye la inseguridad, pues gran parte de las zonas peligrosas del país son también zonas donde hay poca inversión en bienes públicos y por lo tanto poca actividad económica.

Seguridad. No falta decir mucho en este rubro. El papel del gobierno es pésimo. Los productores sufren de extorsiones, robos, secuestros, abigeato e impunidad que les encarecen su producción y obligan a muchos a emigrar a las ciudades, dejando el sector rural despoblado y creando así un círculo vicioso difícil de romper. Ni decir del sistema judicial. Uno de los peores del mundo.

Todos sabemos de los intentos de la sociedad civil por organizarse e intentar atacar el problema: autodefensas, fuerza ciudadana etc. Si bien sin intentos relevantes, la responsabilidad mayor la tienen las autoridades y sin ellas no será posible avanzar.

Creo que si una parte de los subsidios que van a programas con fines particulares se reubicaran para mejorar la seguridad, otro cuento sería.

Estoy convencido que la ciudadanía, incluso algunos de quienes actualmente reciben apoyos, estarían dispuestos sacrificar una parte de esos recursos a cambio de una mejora sustancial en el sistema de seguridad, siempre y cuando haya transparencia en el ejercicio de recursos.

Mejora regulatoria. Si preguntamos a la gente del medio que piensa de las regulaciones. Escucharemos dos opiniones muy claras. O es demasiada o es insuficiente. Muy difícil que exista el punto medio y ese es el que debemos perseguir.

La propuesta aquí  es que se mejoren los sistemas de procesamiento de documentos, pues ahora son obsoletos. Nuevos sistemas computacionales, simplificación de formatos y certificaciones que permitan obviar documentos son algunos ejemplos de lo que se puede hacer.

Otro punto urgente son los inspectores y las inspecciones, muchos de ellos tienen nulo conocimiento del tema y vienen de despachos subcontratados que más que ayudar perjudican a las empresas y terminan por fomentar la corrupción al no ofrecer cierta flexibilidad en sus criterios.

Si bien son solo algunos ejemplos de lo que se puede mejorar, el mensaje de fondo es uno solo: el gobierno tiene que invertir en bienes públicos, tiene que fomentar la competitividad y tiene que hacerse a un lado de proyectos productivos que únicamente corresponden a los particulares. Ese es su papel. Lo demás nos toca a nosotros y creo que tenemos también mucho que mejorar, pero como dice el anuncio. “Esa es otra historia”.

Francisco Javier Mayorga Campos @fmayorga00