Ciudad de México. 19 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Desde tiempos antiguos, los eclipses han estado rodeados de mitos y supersticiones. Desde los chinos, que creían que durante los eclipses solares el sol era devorado por un dragón, hasta los mayas que creían que al desaparecer el sol, criaturas malignas surgían de la oscuridad.

La palabra eclipse viene del griego ekleipsis, que significa desaparición, y hoy en día sabemos que los eclipses se producen cuando un cuerpo celeste se interpone entre otros dos, proyectando una sombra.

En el caso de los eclipses solares, la luna se interpone entre la estrella de nuestro sistema solar y la Tierra, proyectando una sombra en la superficie terrestre. Cabe destacar que existen tres tipos diferentes de eclipses solares: totales, anulares y parciales.

Los eclipses totales y anulares son los más espectaculares, ya que desde nuestra perspectiva en la Tierra se puede apreciar que la luna llena y el sol tienen prácticamente el mismo tamaño, provocando que al paso de la luna entre la Tierra y el sol, este último sea cubierto casi por completo.

José Ramón Valdés, doctor en astrofísica y actual investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), explicó en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt algunos de los fenómenos que se presentan en la Tierra durante los eclipses.

La razón por la que los eclipses solares son apreciados de distintas maneras en diferentes puntos geográficos se debe a la franja de totalidad, que es una banda a lo largo del globo terrestre en la que se puede observar el fenómeno astronómico en su forma total, y fuera de esa zona, se aprecia de forma parcial.

¿Durante un eclipse pesamos menos?

Desde días pasados uno puede encontrar en redes sociales publicaciones que aseguran que el 21 de agosto todas las personas pesaremos menos. Esto tiene algo de cierto, pues la acción gravitacional que se produce cuando se alinean la luna y el sol ocasiona una pequeña alteración en la gravedad terrestre.

“Cuando se produce un eclipse, el sol y la luna están alineados, por lo que la acción gravitacional de estos dos cuerpos se suma, contrarrestando un poco la acción gravitacional que ejerce la Tierra sobre todos los cuerpos que están sobre ella”, explicó el investigador.

Si bien la acción gravitacional de nuestro planeta sufre cambios, estos efectos son prácticamente imperceptibles para el ser humano. El 21 de agosto sí pesaremos menos, pero el peso restado será el equivalente al de una cucharada de azúcar.

Esta alineación entre nuestra estrella y el satélite natural de la Tierra también influye en los mares, ocasionando mareas ligeramente superiores a las habituales, pero sin llegar a provocar cambios catastróficos.

Beneficios

En los lugares donde el eclipse puede apreciarse en su totalidad, la naturaleza reaccionará a causa de la falta de luz, presentando una oportunidad única para los investigadores que estudian el comportamiento de flora y fauna durante los casi tres minutos que durará el fenómeno.

Por otra parte, también se presentan condiciones favorables para el estudio de las capas superiores de la atmósfera del sol.