• Empresas familiares, factor clave contra pobreza rural.
  • Por Salvador Y. Maldonado Díaz

Nueva York, E.U. 1 de octubre de 2018.-  Durante los próximos diez años, el Decenio de la Agricultura Familiar de las Naciones Unidas habrá de contribuir  a reforzar acciones  a nivel mundial para erradicar el hambre y la malnutrición, sacar a la población rural –compuesta en gran parte por mujeres- de la pobreza y salvaguardar los recursos naturales,  según lo comunicó el  director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) José Graziano da Silva.

Con ello, el organismo multinacional refrendó una de sus temas que ha sido caballito de batalla para exhortar a los gobiernos de sus países miembros a dar prioridad en sus políticas a los productores familiares ante la tentación de canalizar   grandes recursos a empresas corporativas.

Al intervenir en un acto paralelo en coincidencia con la Asamblea General de la ONU, Graziano da Silva indicó que aún no se está aprovechando todo el potencial de la agricultura familiar para alcanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo, y que para hacerlo, se requiere introducir e implementar políticas públicas específicas.

A través de la iniciativa del Decenio de la Agricultura Familiar, la FAO tiene como objetivo proporcionar apoyo técnico a los gobiernos para potenciar a los agricultores familiares y compartir buenas prácticas a través de la Cooperación Sur-Sur y Triangular, señaló el titularl de la FAO, añadiendo que “queremos mantener la agricultura familiar como una prioridad en la agenda internacional”.

Su intervención se produjo en el curso de un desayuno ministerial de alto nivel organizado por la Misión Permanente de Costa Rica ante la ONU, la FAO y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Según la FAO,  el tema cobra relevancia, si se considera que  el hambre y la pobreza siguen siendo en gran parte fenómenos rurales, y el 75 por ciento de las personas que padecen pobreza extrema en el mundo vive en zonas rurales. Las comunidades rurales son también las más vulnerables a las crisis y los desastres causados por los conflictos y los eventos extremos relacionados con el clima.

“Los agricultores familiares son los que pueden preservar mejor las zonas rurales y promover los productos locales”, subrayó Graziano da Silva.

 

El responsable de la FAO señaló que la falta de acceso a los recursos, tecnologías y servicios financieros obstaculiza la producción de alimentos que la gente necesita para llevar vidas más saludables.

Sin embargo, dijo, millones de agricultores familiares de todo el mundo poseen todavía los conocimientos tradicionales, las competencias técnicas y el patrimonio cultural para transformar nuestros sistemas alimentarios y poder producir los alimentos que necesitamos al tiempo que se mantiene la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental.

Para lograrlo, las intervenciones normativas deberían diseñarse de acuerdo con la naturaleza multidimensional de la agricultura familiar, ya que no existe “una receta válida para todos”. Los gobiernos y el sector público tienen la responsabilidad principal de garantizar la coordinación de las políticas y de vincular el apoyo normativo a los agricultores familiares con las estrategias nacionales más amplias de seguridad alimentaria y nutrición, inclusión económica, reducción de la pobreza, resiliencia ante el cambio climático o protección del medio ambiente.

El Director General de la FAO destacó los resultados obtenidos  en su país de origen, Brasil, donde se asumió un serio compromiso político para reducir la pobreza y las desigualdades a través de la inclusión económica. La agricultura familiar fue un elemento clave en este esfuerzo nacional y, a través de los campesinos familiares, las políticas públicas pudieron aplicarse en varias áreas interconectadas.

Entre ellas se incluía aumentar su capacidad productiva e ingresos a través de crédito, seguro, extensión rural, suministrar alimentos saludables a los programas sociales, garantizar alimentos nutritivos para los niños en las escuelas, reducir la deforestación, proporcionar protección social y estrategias de resiliencia a regiones semiáridas concretas que sufrían una sequía prolongada.

Graziano señaló que la FAO, en colaboración con el FIDA, comparte la secretaría del Decenio de la Agricultura Familiar, que se lanzará formalmente en 2019. Ambos organismos de la ONU, junto con sus socios, están dispuestos a brindar apoyo técnico continuo a los países miembros sobre políticas desarrollo en apoyo de la agricultura familiar. Los marcos, herramientas, normas y estándares acordados a nivel internacional están ya disponibles y la FAO está lista para reforzar su apoyo a todos los niveles.

EL DATO

Los agricultores familiares -que producen más del 80 por ciento de los alimentos del planeta y que incluyen a las poblaciones indígenas, pescadores, agricultores de montaña, pastores y muchos otros grupos-, son actores clave para garantizar la seguridad alimentaria, debido a su potencial para satisfacer de forma sostenible el aumento de la demanda mundial de producción de alimentos.