• La familia dejó de ser la principal instancia formadora de los niños.
  • Los padres pasan menos tiempo con sus hijos desde que son bebés.
  • Se necesita un nuevo modelo de escuela que enseñe competencias de la vida.

La familia dejó de ser la principal instancia formadora de los niños y ha delegado esa tarea a las escuelas, debido a que cada vez más los padres pasan menos tiempo con sus hijos desde que son bebés, afirmó la doctora María Antonia Padilla Vargas, investigadora del Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento, de la UdeG.

La académica formó parte del panel “Explicaciones del aprendizaje desde diferentes enfoques teóricos”, dentro del coloquio “¿Sabemos aprender?”, organizado por el Sistema de Universidad Virtual (SUV) de esta Casa de Estudio.

La académica explicó que, debido a las circunstancias socioculturales y económicas, los niños pasan mucho más tiempo en la guardería, en el preescolar y luego en la escuela, e incluso en los cursos de verano, durante las vacaciones. Esto disminuye el tiempo que antes pasaban en familia con los padres enseñando a sus hijos por modelamiento (imitación) y por moldeamiento (reforzamiento),y muchas de esas funciones las están tomando las escuelas.

“Eso implica que necesitamos un modelo diferente de escuela que no solamente enseñe de una manera estructurada aquello que nosotros llamamos el conocimiento, sino que enseñe también competencias de vida como comunicación, participación social o educación cívica, dominio de hábitos de salud, conocimientos pro ambientales y dominio del tiempo libre”, aseguró la especialista.

Padilla Vargas consideró que el reto es que todas estas competencias de vida que los niños necesitan sean estructuradas en el currículo de la escuela, además del conocimiento clásico matemático, lingüístico, artístico, etcétera. Esto es importante, “dado que la familia tampoco las está completando en su ciclo formativo, entonces hay un problema porque los niños están perdidos en ese sentido”, explicó.

El maestro Aarón González Palacios, profesor de Psicología educativa de la UdeG, afirmó que los procesos de aprendizaje deben de estar basados en problemas, proyectos y por error, que permitan que estar frente a un conflicto cognitivo requiera más herramientas y acción.

Dijo que el aprendizaje se puede mejorar mediante experiencias constructivistas para que el profesor esquematice no lo que va a enseñar, sino cómo hacer para que el estudiante busque la forma de encontrar ese aprendizaje y con qué herramientas, pero sobre todo flexibilidad curricular que permita avanzar a todos a su ritmo.

Durante la inauguración, el Vicerrector Ejecutivo, doctor Miguel Ángel Navarro Navarro, resaltó que en la sociedad del conocimiento, en la que convergen paradigmas educativos tan diversos como el conductismo, el cognitivismo, el constructivismo y la escuela humanista, surge de nuevo la necesidad de analizar, explicar y actualizar los axiomas y argumentos en la materia.

Destacó la importancia de este coloquio para discutir sobre la actualidad pedagógica y proveer de reflexiones y perspectivas “que sirvan para la mejora continua de los modelos de enseñanza-aprendizaje de nuestra Casa de Estudio”.