EXÁMENES, TESIS Y LICITACIONES…

¿Se vale copiar en los exámenes? ¿Qué mensaje les trasmitimos a los estudiantes de primaria, secundaria, preparatoria o universitarios, respecto de la legalidad y la ética de copiar en los exámenes?

El mensaje oficial es: No es legal ni ético copiar en los exámenes. Es más, las personas que sean sorprendidas copiando serán reprobadas y en algunos casos, serán expulsadas de la escuela. Los maestros deben presentar su examen para demostrar que están calificados para dar clases y por supuesto que está prohibido copiar!

Pero la vida real nos da otras lecciones: se puede copiar a los autores de libros de consulta sin citar que el texto les pertenece y sin tener consecuencias. Incluso nos parece que hacerlo es un acto muy inteligente, que demuestra que el alumno llegará a grandes alturas por su valor y habilidad para hacer trampa sin que lo noten las personas encargadas de calificar exámenes, tesis, concursos de obras públicas, elecciones, etc.

Hacer trampa en una licitación de obra pública es un delito penado por la ley. Ayudar a hacer la trampa, también es un delito… Pero no se preocupen, porque todos los arreglos pasarán desapercibidos gracias al apoyo de ciertas personas en puestos claves… Esto siempre y cuando no meta la nariz un periodista curioso!

De hecho, tenemos la tendencia a calificar de “muy astuto” a un(a) empresario(a) que gana mucho dinero gracias a a este tipo de favores, que luego son retribuidos en alguna forma a quienes ayudaron a cerrar el contrato.

Así el mensaje a las nuevas generaciones es: “Haz trampa, pero bien hecha para que no te pesquen in fraganti” y “El que no tranza, no avanza”. Poco a poco, al paso de los años toda la sociedad se encuentra contaminada por la corrupción.

Empezamos por un simple examen de escuela primaria, seguimos con los trabajos y exámenes de secundaria y preparatoria y cerramos el círculo con la corrupción en la tesis de grado universitario. Todo esto avalado en algunos casos por los propios padres de familia, quienes aplauden el comportamiento de sus hijos con tal de que obtengan buenas calificaciones o un título de la universidad.

La trampa y la corrupción se instalan así como el software que gobierna el comportamiento de la sociedad y se aplica igual en las transacciones comerciales que en las elecciones de funcionarios públicos.

Lo que vemos en las altas esferas del poder político y/o económico no es más que un reflejo de los valores que gobiernan nuestra sociedad. Mientras no cambiemos esos valores desde la familia, la escuela, las iglesias, las empresas, los partidos políticos, el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil, seguiremos sufriendo por la corrupción que corroe este país.

Es urgente poner en práctica una serie de acciones concertadas y simultáneas en todos estos ámbitos para reeducarnos y cambiar nuestra escala de valores para dejar claro de una vez por todas que:
NO SE VALE COPIAR EN EL EXÁMEN, NI HACER TRAMPA EN LAS TESIS, NI EN LAS LICITACIONES, NI EN LAS ELECCIONES…

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano