• Una cuarta parte de los estudiantes en el mundo tienen problemas con aspectos básicos de lectura.
  • Los estudiantes obtuvieron un puntaje por debajo del promedio de la OCDE en lectura, matemáticas y ciencias.

Uno de cada cuatro estudiantes de países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no puede completar tareas de lectura básicas y tiene un bajo desempeño en matemáticas y ciencias, de acuerdo con los resultados de la Prueba PISA 2018 dados a conocer este lunes por la Directora de la OCDE y Sherpa, Gabriela Ramos.

“Uno de cada cuatro, es decir, 23 por ciento de los estudiantes tuvieron dificultades con aspectos más básicos de la lectura, tales como identificar la idea principal de un texto de moderada longitud o conectar piezas de información provistas de diferentes fuentes”, dijo Ramos en conferencia de prensa.

Al dar a conocer los resultados de esta evaluación de carácter trianual, Ramos declaró que en esta edición se puso el enfoque en la capacidad de los jóvenes de encontrar, comparar, contrastar e integrar información a través de múltiples fuentes de texto, en el que se incluyó la versión electrónica para medir la manera en que interactúan con las herramientas tecnológicas.

PISA evaluó a alrededor de 600 mil estudiantes de 15 años, que representan a 32 millones de estudiantes en 79 países y economías –diez de estos países de América Latina–, quienes realizaron un examen de dos horas con preguntas de lectura, ciencias y matemáticas.

En América Latina, 79 por ciento de los estudiantes se ubicaron en el nivel mínimo de competencias, excepto República Dominicana; el resto tiene alrededor de la mitad de sus estudiantes en estos niveles, en los que tienen dificultades con aspectos básicos de lectura.

“Seguimos teniendo un nivel de competencias bajo. PISA tiene cinco niveles, del primero al tercero son pruebas de nivel medio, y en cuarto y quinto queremos que estén todos los estudiantes. Y si tenemos a la mayoría de estudiantes de América Latina ubicándose solamente en los niveles más bajos, pues ahí hay un esfuerzo que hacer”, detalló.

El caso de México

En lo que respecta a México, los estudiantes obtuvieron un puntaje por debajo del promedio de la OCDE en lectura, matemáticas y ciencias. En el país, sólo uno por ciento de los alumnos obtuvo un desempeño en los niveles de competencia más altos.

El nivel socioeconómico fue un elemento condicionante del rendimiento en lectura, matemáticas y ciencias. Los estudiantes más aventajados superaron a los estudiantes menos aventajados en lectura en 81 puntos; sin embargo, alrededor de 11 por ciento de los estudiantes desfavorecidos en México pudieron obtener puntajes en el primer cuartil de rendimiento de lectura, lo que indica que la desventaja no marca el destino, de acuerdo con el estudio.

La representante de la OCDE destacó que uno de los avances medidos en esta prueba tiene que ver con el aumento de la cobertura escolar en el país, que era de 50 por ciento en 2003 y en 2018 pasó a 65 por ciento, lo que habla de esfuerzos para aumentar la escolaridad.

En la edición 2018 de PISA participaron 10 países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, México, Panamá, Perú y Uruguay).

La mayoría de los países, particularmente en el mundo desarrollado, han visto pocas mejoras en su desempeño durante la última década, a pesar de que el gasto en educación aumentó en un 15% durante el mismo período. En lectura, Beijing, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang (China), junto con Singapur, obtuvieron puntajes significativamente más altos que otros países. Los principales países de la OCDE fueron Estonia, Canadá, Finlandia e Irlanda.

“Sin la educación adecuada, los jóvenes languidecerán al margen de la sociedad, incapaces de enfrentar los desafíos del futuro mundo del trabajo, y la desigualdad seguirá aumentando”, afirmó el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, al presentar el informe en París, al inaugurar una conferencia de dos días sobre el futuro de la educación. “Cada dólar invertido en educación genera grandes dividendos en términos de progreso social y económico y es la base de un futuro inclusivo y próspero para todos”.

La proporción de estudiantes con habilidades de lectura muy básicas resalta el desafío que enfrentan los países, incluso en el mundo desarrollado, para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030, particularmente en relación con “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”. La proporción de estudiantes de bajo rendimiento, tanto niñas como niños, también aumentó en promedio entre 2018 y 2009, la última vez que la lectura fue el foco principal de PISA.

Alrededor de 1 de cada 10 estudiantes en los países de la OCDE, y 1 de cada 4 en Singapur, se desempeñan en los niveles más altos en lectura. Sin embargo, la brecha entre los estudiantes con ventajas y desventajas socioeconómicas es marcada: el nivel de lectura del 10% de los estudiantes más ricos, en los países de la OCDE, está alrededor de tres años por delante del 10% más pobre. En Francia, Alemania, Hungría e Israel, la brecha es de cuatro años.

Sin embargo, algunos países han mostrado una mejora impresionante en los últimos años. Portugal ha avanzado al nivel de la mayoría de los países de la OCDE, a pesar de haber sido golpeado fuertemente por la crisis financiera. Suecia ha mejorado en los tres temas desde 2012, revirtiendo caídas anteriores. Turquía también ha progresado y al mismo tiempo ha duplicado la proporción de jóvenes de 15 años en la escuela.

Los más recientes resultados de PISA también revelan hasta qué punto las tecnologías digitales están transformando el mundo fuera de la escuela. Hoy en día, más estudiantes consideran la lectura como una pérdida de tiempo (+ 5 puntos porcentuales) y menos niños y niñas leen por placer (- 5 puntos porcentuales) que sus contrapartes en 2009. También pasan alrededor de 3 horas fuera de la escuela en línea entre semana, un aumento de una hora desde 2012, y 3.5 horas los fines de semana

Bienestar de los estudiantes

“Adentrarnos en el bienestar de los estudiantes y en su relación con el entorno socio-económico junto con los resultados del rendimiento académico agregan un rostro humano a este ejercicio” aseguró Gabriela Ramos durante la presentación de PISA 2018 a todos los países participantes de América Latina, en Guadalajara, México.

Aproximadamente dos de cada tres estudiantes en los países de la OCDE informaron estar contentos con sus vidas, aunque la proporción de estudiantes satisfechos disminuyó en 5 puntos porcentuales entre 2018 y 2015.

En casi todos los países, las niñas tenían más miedo de fracasar que los niños y la brecha era mayor entre los de mejor desempeño.

Uno de cada cuatro estudiantes informó haber sido intimidado al menos algunas veces al mes en los países de la OCDE.

Desempeño de los estudiantes en ciencias y matemáticas

Alrededor de uno de cada cuatro estudiantes en los países de la OCDE, en promedio, no alcanzan el nivel básico de ciencias (22%) o matemáticas (24%). Esto significa que no pueden, por ejemplo, convertir un precio a una moneda de otro país.

Aproximadamente uno de cada seis estudiantes (16.5%) en Beijing, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang (China), y uno de cada siete en Singapur (13.8%), se desempeñan al más alto nivel en matemáticas. Esto se compara con solo el 2.4% en los países de la OCDE.

Equidad en la Educación

Los estudiantes Australia, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Japón, Corea, Noruega y el Reino Unido obtuvieron mejores resultados que el promedio de la OCDE, mientras que la relación entre el desempeño en lectura y el estatus socioeconómico fue más débil. Esto significa que estos países tienen los sistemas más equitativos donde los estudiantes pueden prosperar, independientemente de sus orígenes.

Los directores de escuelas desfavorecidas en 45 países y economías informaron de forma más constate que la falta de personal educativo afectaba sus estándares de enseñanza. En 42 de estos, la falta de material educativo y una infraestructura deficiente fue también un factor clave para limitar el éxito en el aula.

En promedio, en los países de la OCDE en 2018, el 13% de los estudiantes tenían estatus de inmigrantes, en comparación con el 10% en 2009. Los estudiantes inmigrantes obtuvieron un promedio menos bueno en lectura, alrededor de un año de escolaridad. Sin embargo, en países como Australia, Jordania, Arabia Saudita y Singapur, los estudiantes inmigrantes obtuvieron puntajes más altos o al menos los mismos que sus compañeros no inmigrantes.

Brecha de género

Las niñas superaron significativamente a los niños en lectura en promedio en los países de la OCDE, por el equivalente a casi un año de escolaridad. En todo el mundo, las brechas más estrechas se registraron en Argentina, Beijing, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang (China), Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Perú. En general, a los niños les fue un poco mejor que a las niñas en matemáticas, pero no tan bien en ciencias.

Las niñas y los niños tienen expectativas profesionales muy diferentes. Más de uno de cada cuatro niños de alto rendimiento informaron que esperan trabajar como ingeniero o científico, pero menos de una de cada seis niñas de alto rendimiento lo hicieron. Casi una de cada tres niñas de alto rendimiento, pero solo uno de cada ocho niños de alto rendimiento, dijeron que esperan trabajar como profesionales de la salud.

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