Por Georg Ismar y Juan Garff (dpa)

El hallazgo de una colección de 75 reliquias nazis en Argentina abrió un debate acerca de cómo llegaron estos objetos hasta el Río de la Plata y a quién pertenecían.

Las especulaciones comenzaron a rodar acerca de si Adolf Eichmann o Josef Mengele podrían haber traído a Buenos Aires un busto de Adolf Hitler o la escultura de un Águila Imperial con la cruz esvástica. Nunca antes se halló en Argentina una colección de tantos objetos de la Alemania nazi.

El comisario inspector de Interpol Argentina Marcelo Daniel El Haibe señaló que el comerciante de antigüedades que poseía estas reliquias probablemente evite confesar de dónde obtuvo esta colección.

“Supongo que su estrategia será decir que se lo compró a cualquiera, no a un general porque vamos a seguir la cadena a ver de dónde provino, cómo ingresó a la Argentina. Porque esto no se lo compró a un soldado, estos objetos no pudieron estar en manos de un soldado”, declaró a dpa El Haibe en Buenos Aires.

“¿Por qué lo tenía tan escondido? ¿Por qué lo guardaba junto con las momias egipcias? No sabemos si hay conexión entre estas cosas, porque en las guerra siempre se expolió el patrimonio de otros países”, cuestionó el comisario inspector de la Policía Federal Argentina. Junto a las reliquias nazis se encontraron 38 momias de animales egipcias y huesos de gliptodonte, entre otras piezas, en una habitación secreta de la vivienda del vendedor de antigüedades en la localidad de Beccar, en la zona norte de las afueras de Buenos Aires.

Una de las pistas guía hacia Alemania. Varios de los objetos secuestrados están identificados con el sello de la empresa Carl Eickhorn, fundada en 1865 y que se dedicaba a fabricar cuchillos militares. Uno de ellos es una enorme águila imperial posada sobre una base de mármol, munida de una gran esvástica. Eickhorn supo producir mucho para las SS hitlerianas.

El actual director de Eickhorn, Martin Bardelle, no descarta que se haya tratado de un pedido especial para jerarcas nazis. “Cuando llegaba un deseo de un cliente, se trataba de satisfacerlo”, declaró a dpa. Se fabricaron modelos especiales para Hitler, señaló. Pero también podrían ser falsificaciones, no existe un archivo completo de la época.

El comerciante de 55 años que poseía los objetos incautados deberá responder ante la Justicia argentina por la violación de la ley de protección de objetos arqueológicos y paleontológicos y la ley contra actos discriminatorios, que prohíbe la propaganda nazi, pero él se considera inocente de todo cargo.

La Agencia Alemana de Prensa (dpa) pudo dialogar con el vendedor de antigüedades. Vive en Beccar, un acomodado barrio de clase media alta, pero prefiere mantener el anonimato.

Según su versión, fue comprando la colección en distintas tandas a un argentino a lo largo de 25 años. En total posee 17 colecciones distintas, afirmó, incluida una muy importante sobre erotismo, con piezas de la Rusia zarista.

Pero en todo el mundo se informa hoy sobre su colección de objetos nazis: un busto del “Führer”, el águila imperial, reproducciones ornamentales de pistolas Luger, dagas, vidrios de aumento de distintos tamaños, también aparatos para medir el tamaño de la cabeza en sus cajas originales. Incluida una lupa especial, junto con el negativo de una foto en el que se vería a Hitler utilizando una lupa muy parecida, sino esa misma, confirmaron a dpa fuentes de Interpol Argentina.

No existió ningún accionar ilegal, sostuvo el comerciante, quien afirmó que poseer estos objetos no es un delito, ya que él los habría coleccionado de forma privada, pero nunca los comercializó.

La pregunta, el enigma detrás, es: ¿Quién fue su dueño original?

Una vez que concluyan las investigaciones, las reliquias deberían sumarse a la colección del Museo del Holocausto de Buenos Aires, afirmó la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich. Pero la Justicia tendría la última palabra en este tema.

En Argentina se especula sobre el trasfondo de esto. Hay versiones acerca de que Hitler huyó en 1945 en un largo viaje en submarino a la Patagonia y muchos años después murió en Argentina. El historiador Abel Basti escribió varios libros sobre el tema, entre ellos “Hitler en Argentina”, y sostiene que luego de la Segunda Guerra Mundial miles de nazis se refugiaron en Argentina.

Es un hecho que la mayoría de los inmigrantes de origen alemán que vivían en los años 30 en Argentina veneraba a Hitler y bien podrían haber recibido estos objetos nazi en algunos de los barcos que llegaban a las costas argentinas. Cerca de diez mil simpatizantes del Tercer Reich se reunieron en abril de 1938 en el estadio Luna Park de Buenos Aires con enormes banderas con esvásticas.

Para el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Ariel Cohen Sabban, el caso está aclarado. “Las piezas son una prueba fehaciente e irrefutable de la presencia de jerarcas nazis en Argentina que han venido de la Alemania nazi”, precisó.

No sería casualidad que las reliquias hayan sido halladas cerca de donde vivieron el médico nazi Josef Mengele y Adolf Eichmann en Buenos Aires. Mengele huyó en 1959 desde Argentina a Paraguay, mientras que Eichmann fue secuestrado en 1960 por agentes del servicio secreto israelí Mossad y condenado a muerte en Israel.