• En los últimos cincuenta años, se han perdido por lo menos 6 millones de hectáreas de pastizales en las zonas Norte y Occidente del país.

Por Salvador Y. Maldonado Díaz.

TLAQUEPAQUE, JAL. .Tierras que antes fueron una carpeta vegetal con pastos nativos y árboles ahora son páramos erosionados y desiertos con un alto costo ambiental.

Así describe esta situación el experto en praderas nativas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Pedro Jurado Guerra ante el avance de la desertificación en el Norte y Occidente del país.

Este especialista en pastizales (del centro La Campana en Chihuahua), refirió que varios pastos nativos del campo mexicano se han reducido drásticamente en su disponibilidad, como las especies Navajita (el llamado rey de los zacates nativos mexicanos), Banderita, junto con los zacates Gigante, Tempranero y Puntablanca, lo que trae consigo diversos desafíos, tanto en las fuentes de nutrición del ganado, como en los aspectos del equilibrio ecológico.

Así las cosas, en la zona Norte del país se ha dado una extensión del gran desierto de Chihuahua y Sonora. En el caso de Jalisco esto es observable en los municipios alteños, como Ojuelos, Lagos de Moreno y Teocaltiche, por citar algunos.

El experto refirió que por diversos factores se ha dado el aumento de la desertificación rural, desde el desinterés de los ganaderos por no reducir la carga animal en sus potreros, hasta el cambio climático y el desmantelamiento del sector público en áreas ligadas al campo.

Un ejemplo de este desmantelamiento es la desaparición de la Comisión Técnica Consultiva de los Coeficientes de Agostadero (COTECOCA), instancia que vigilaba que en los terrenos de pastizales se tuviera el número preciso de animales para no depredar los recursos vegetales.

Cuello de botella en los pastos

Para complicar las cosas, dijo que se tiene en el país un serio cuello de botella al no disponerse de una instancia que reproduzca en forma permanente las semillas de los pastos nativos.

Adujo que esta carencia da motivo a que se importen semillas de los mismos pastos nativos, por lo que se recurre a compras de los Estados norteamericanos de Kansas, Nuevo México, Texas y Oregon, lo que supone desembolsos fuertes cuando se dispara el dólar. Citó que actualmente anda a 20 dólares la libra de estas especies.

Por lo mismo, indicó que urge un manejo de los animales, a fin de propiciar la recuperación de los pastizales nativos, lo que incluye evitar la sobreexplotación de las praderas y facilitar el descanso de ciertos predios para facilitar el crecimiento del zacate con la rotación periódica del ganado.

Dijo que se comprende que el ganadero quiera hacer negocio con su actividad, pero a largo plazo se degradan los recursos naturales con el sobrepastoreo.
Apuntó que el programa actual de rehabilitación de agostaderos de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA) tiene un objetivo encomiable, se han dado abusos en el empleo de la maquinaria que son contraproducentes, si no hay la evaluación permanente de este programa.

También expresó optimismo en el programa de plantaciones de mezquite para retener suelos de agostadero que ha iniciado en el Sur de Zacatecas y Norte de Jalisco, siempre y cuando no sea elevada la densidad del número de árboles.

EL DATO
En los últimos cincuenta años, se han perdido por lo menos 6 millones de hectáreas de pastizales en las zonas Norte y Occidente del país. Una estimación de los investigadores del INIFAP (brazo de investigación científica de la SAGARPA).