• Especialistas del Politécnico Nacional estudian las propiedades de estos frutos contra la distrofia.

México, 22 Mar (Notimex).- Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) estudian los dolores musculares (miopatías) para conocer sus causas y a partir de ello generar tratamientos o terapias que mejoran la calidad de vida de quienes los padecen, pues los adquiridos generan discapacidad por el deterioro paulatino del sistema muscular.

En un comunicado, el especialista de la Escuela Superior de Medicina Ramón Mauricio Coral Vázquez, explicó que aunque en México no hay estadísticas sobre estas afecciones, es importante indagar su origen para retrasar el avance de las miopatías heredadas, que no tienen cura, y revertir el problema cuando son afecciones adquiridas.

El investigador, que por más de 20 años ha estudiado las enfermedades musculares, señaló que ha realizado diversos proyectos de tipo genético, bioquímico y molecular, pero el afán de encontrar nuevos tratamientos lo llevó a analizar moléculas provenientes de productos naturales como la manzana y el cacao.

Indicó que con el uso de productos naturales se ha observado que mejoran la función muscular como consecuencia de la regeneración del tejido.

Detalló que el daño en los pacientes con distrofias musculares no se circunscribe sólo a los músculos, sino también puede generar problemas neurológicos o cardiacos.

Las distrofias de Duchenne y de Becker son las más frecuentes en México y el mundo; ambas se caracterizan por atrofia y debilidad musculares progresivas, como consecuencia de la degeneración de los músculos esqueléticos, aunque también hay afecciones en el músculo liso y cardiaco.

El integrante del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, mencionó que para que el organismo obtenga los beneficios de las sustancias del cacao y la cáscara de la manzana, se tendrían que consumir diario grandes cantidades, por ello una vez terminados los estudios se sintetizarían las moléculas y se aplicarían técnicas específicas para hacerlas más potentes y mejorar sus efectos.

Mencionó que de acuerdo con la farmacogenómica, las personas responden de manera diferente a los tratamientos, es decir, sus efectos dependen de la conformación genética de cada individuo, pero se procuraría diseñar una formulación estándar con efectos benéficos para quienes padecen enfermedades de este tipo.

Coral Vázquez precisó que los músculos constituyen el tejido más abundante del organismo (entre el 30 y 40 por ciento del peso de la persona) con diversas funciones, por ello es importante buscar alternativas para quienes padecen miopatías musculares, porque una vez que el músculo se atrofia y muere no hay manera de revertir el problema.

Mencionó que cuando el problema es genético la fibra muscular se degenera progresivamente y el espacio que queda por ese proceso se recambia por tejido conectivo y adiposo (fibrosis endomisial). Un diagnóstico temprano de estas patologías podría facilitar la implementación de terapias de rehabilitación o farmacológicas con el fin de retrasar su avance.

Las miopatías adquiridas tienen diversos orígenes, pueden ocurrir por pérdida degenerativa de masa muscular al envejecer o llevar una vida sedentaria, por enfermedades degenerativas como cáncer y diabetes, como efecto secundario de algunos fármacos, por cuestiones hormonales y a causa de la obesidad osteosarcopénica, entre otros factores.