• Las personas con desórdenes alimenticios probablemente experimentarán una angustia marcada y una exacerbación de sus síntomas.

Mexicali, Baja California. 1 de marzo de 2021.- El confinamiento y el exceso de información falsa, así como la alta exposición a contenido mediático a través de las redes sociales, son algunos de factores que contribuyen al aumento de los desórdenes alimenticios en estos últimos 12 meses. 

La pandemia ha provocado una interrupción en la vida y la cotidianidad. La evidencia emergente sugiere que las personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) o desórdenes alimenticios probablemente experimentarán una angustia marcada y una exacerbación de sus síntomas.

En ese sentido, la Mtra. América García, Coordinadora de la Maestría en Psicología y Gerontología Social en CETYS Universidad Campus Mexicali, explicó que los desórdenes alimenticios se caracterizan por una alteración persistente en el consumo o absorción de alimentos que perjudica significativamente la salud física o el funcionamiento psicosocial del individuo.  

Es decir, se ha conceptualizado a los TCA como multideterminados, puesto que presentan factores predisponentes, desencadenantes y de mantenimiento, además de los socioculturales como el ideal de belleza, la idea errónea de que una persona sana tiene que verse delgado que se ha normalizado gracias al lenguaje visual de las redes sociales, en conjunto toman un papel relevante en el desarrollo de los trastornos.

De manera particular, de acuerdo con datos ofrecidos por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, Baja California es el segundo estado con mayor probabilidad de que su población use redes sociales con 67 %. Lo precede Monterrey con 67.2% y le sigue Sonora con un 65.2%, explicó la docente.

Con base en lo anterior, agregó, la importancia de la supervisión de los padres o círculo de confianza en el uso de redes sociales de los jóvenes es muy importante. “No solo del tiempo que pasan en ellas, sino con el tipo de páginas que visitan o siguen. Es fundamental crear conciencia en nuestros jóvenes sobre el impacto de cada post colocado en alguna red social, en muchos de los casos estas imágenes pasan por filtros estéticos e incluso retoques digitales alejados de la realidad”. 

Si bien se vive en un mundo digital, donde restringir el uso del internet puede plantear una forma de exclusión hacia los jóvenes, es importante que se utilice la tecnología a su favor, por lo que la Coordinadora invitó a los padres a que conozcan los hábitos de sus hijos en línea y mantengan una comunicación abierta y de confianza para identificar los riesgos y disminuir los daños que se pueden presentar a corto, mediano y largo plazo.

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