• Están hechas de hojasén, una planta que crece silvestre en el semidesierto de Coahuila.

Saltillo, Coahuila. 22 de febrero de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- El tomate es un cultivo de gran importancia para México por el consumo nacional, además de ocupar el segundo lugar en exportación dentro del ámbito agroalimentario del país. La producción de tomate aumentó en 35 por ciento en el periodo de 2013 a 2016, al pasar de dos millones 52 mil toneladas a dos millones 769 mil toneladas (FIRA, 2016). Uno de los principales objetivos en poscosecha es alargar la vida en anaquel de los frutos de tomate.

Ante este panorama, la doctora Diana Jasso Cantú, profesora investigadora del Programa de Posgrado en Parasitología Agrícola de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) y miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en colaboración con la Universidad de Minho en Braga, Portugal, y con el Cinvestav Saltillo, desarrolló un proyecto de elaboración de cubiertas comestibles nanolaminadas con la incorporación del extracto de hojasén (Flourensia cernua), planta del semidesierto de Coahuila para alargar la vida en anaquel del tomate.

Este proyecto ha sido desarrollado por la maestra en ciencias Esperanza Salas Méndez, estudiante del doctorado en parasitología agrícola de la UAAAN, con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Salas Méndez explica la importancia de la investigación, resultados y uso potencial de la aplicación de cubiertas comestibles nanolaminadas con extracto de hojasén para extender la vida en anaquel del tomate y disminuir las pérdidas durante su traslado y comercialización.

Las cubiertas comestibles se usan para mantener la calidad de frutas y hortalizas frescas, su aplicación genera un microclima que favorece la prolongación de la vida útil de los alimentos. Las cubiertas están constituidas por una matriz polimérica a la cual es posible incorporar ingredientes activos (antioxidantes y otras opciones tecnológicas), que favorecen la conservación de los alimentos.

El hojasén es una planta que crece silvestre en el semidesierto de Coahuila, de la cual se han reportado recientemente, por parte de los investigadores de este grupo, los compuestos químicos responsables de la actividad antifúngica de los extractos acuosos y de etanol de las hojas y ramas de esta planta. Tomando en cuenta estos resultados, se consideró importante incluir los extractos de hojasén en las cubiertas nanolaminadas, buscando evaluar su bioactividad a escala nanométrica, contra los patógenos que afectan el tomate en poscosecha.

Estas cubiertas son preparadas por la técnica layer-by-layer (LbL) “capa por capa” a nanoescala (1-100 nm por capa), las cuales mejoran las propiedades de barrera a los gases debido a su nanoestructura, dificultando la migración de las moléculas de gas en el fruto a través de la nanocubierta. Esta propiedad disminuye la pérdida de peso de los frutos. Otra propiedad que tienen las nanocubiertas es que se pueden añadir compuestos bioactivos, como en el caso particular de esta investigación, donde se adicionó extracto de hojasén, proporcionándole propiedades antioxidantes y antimicrobianas. La propiedad observada en estas nanocubiertas fue el incremento de la vida en anaquel de los frutos de tomate.