Ciudad de México. 12 de octubre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- El doctor Francisco Gonzalo Bolívar Zapata, quien ha sido galardonado —entre otras distinciones— con la medalla Alfonso Herrera por parte de la Universidad de Puebla (1993), el premio Manuel Noriega en Ciencias Biológicas por la Organización de Estados Americanos (OEA, 1988) y el Príncipe de Asturias en Ciencia y Tecnología (1991), es considerado uno de los pioneros en el estudio de los organismos genéticamente modificados (OGM, mejor conocidos como transgénicos).

Para el doctor Bolívar Zapata, “la biotecnología tiene sustento científico y ciertamente los transgénicos, más que nada, han sido los organismos mejor analizados y los mayor estudiados”.

Pionero a nivel internacional en el área de biología molecular y biotecnología, es el científico al que se le debe el uso clínico de la insulina de origen transgénico que se emplea actualmente para contender la diabetes.

“Estamos convencidos de que esta tecnología biológica es revolucionaria y va a ayudarnos a contender con muchos de los problemas que tienen tecnologías que contaminan como los insecticidas químicos, diseñados para matar las plagas de insectos pero que contaminan también el medio ambiente”, afirmó.

El investigador emérito del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Cuernavaca, así como investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y uno de los 40 miembros que forman el cuerpo de académicos destacados de El Colegio Nacional, habló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt sobre los OGM, sus aportaciones científicas en innovación y el panorama actual de su implementación.

es una de las investigaciones de la que me siento más orgulloso y que ‘cacareo más’ porque, ciertamente, está claro que —por un lado— la teoría de la evolución demuestra que todos provenimos de un organismo y los transgénicos son organismos que se generan a través de transferir genes de un organismo a otro, para incorporar las características que van en el transgén a la célula receptora.

Entonces, estamos convencidos de que esta tecnología biológica es revolucionaria y va a ayudarnos a contender con muchos de los problemas que tienen tecnologías que contaminan como los insecticidas químicos, diseñados para matar las plagas de insectos pero que contaminan también el medio ambiente, muchos son carcinógenos, recalcitrantes.

Por tanto, las plantas transgénicas están diseñadas con el propósito de incluir en ellas un gen que produce un bioinsecticida que les da resistencia a las plagas de insectos. Por otro lado, estamos convencidos, se ha demostrado contundentemente que las plantas y los alimentos transgénicos son inocuos a la salud y ahí está la declaración de los 110 premios Nobel a favor de esto y muchos reportes de academias de ciencias de diferentes países del mundo sobre los beneficios, así como la ausencia del daño por el consumo, particularmente, en los alimentos.

Hay más de dos mil referencias a nivel internacional, en revistas arbitradas, con metaanálisis importantes y en reportes de academias de ciencias, incluyendo el último de mayo de 2016, del National Research Council, de las academias de Ciencia, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, en donde se demuestra que no hay daño en los organismos por el consumo de transgénicos.

La razón del diseño de las plantas transgénicas es que tenemos que movernos hacia una estrategia en donde tengamos un planeta con menor número de contaminantes para el medio ambiente y la salud, entre ellos los insecticidas químicos, los herbicidas y muchos otros.

Insisto, gracias al uso de las plantas transgénicas, los campesinos y los granjeros en diferentes países que usan esa tecnología han tenido un beneficio económico importante; ¿por qué?, porque ya no compran insecticidas químicos, además ya no están usando los insecticidas químicos para fumigar, lo cual tiene un beneficio para la salud y el medio ambiente porque se está reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero, ya que tienes menos camiones y menos tractores en el proceso de la fumigación.

Los granjeros y los campesinos, también en varios países en Iberoamérica, están usando esta tecnología y la están adoptando porque ven las ventajas. En México se ha detenido porque hay una demanda judicial que ha impedido, de manera particular, la siembra del maíz pero también hay otras demandas buscando impedir la siembra de la soya y eventualmente la del algodón transgénico. Que por cierto, gracias al algodón transgénico, se ha podido recuperar el cultivo productivo de esta planta en México.