“Una mañana, Félix, de 7 años, despertó en su casa en el estado de Guerrero (México) y sus padres se habían ido.

“Ahora están en el norte”, dice refiriéndose a Estados Unidos de América (EUA). Él se quedó con su abuela y sus hermanas. Para reunirlo con sus padres fue entregado a una mujer, quien se hizo pasar por su tía y lo llevó en auto a cruzar la frontera por la garita de Tijuana-San Ysidro. No tuvieron éxito, en los documentos de Félix “los nombres eran diferentes al de mi mamá, al de mi papá y al mío”, explica Félix, al ser repatriado a México.

“Yo quería estar con mis papás”, menciona Félix con una expresión de frustración en el rostro.

En Tijuana, la historia de Félix se repite todos los días una docena de veces. Es común que las familias, en actos desesperados para reunir a los hijos con sus familias en Estados Unidos, paguen a algún ‘guía’ para que los crucen por la frontera casi siempre con documentos falsos…” (1)

En este mes que tiene un día dedicado a los niños (30 de abril), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF-México) presentó su informe de actividades 2015. Una parte muy importante de la actividad desarrollada fue la atención a niñas y niños migrantes, mexicanos y extranjeros, principalmente centroamericanos, tomando en cuenta que el número de niñ@s migrantes no acompañados por adultos se ha incrementado casi tres veces en los últimos 3 años.

La UNICEF ha publicado algunas historias de niñas y niños migrantes, a las cuales llamó “Unfairy Tales” algo así como “Cuentos de No-Hadas” o “Cuentos Injustos” para indicar que no todas las historias de niñ@s son para ser contadas a l@s niñ@s aun cuando son narradas con dibujos animados. Van algunas historias de la vida real…

Malak y el bote-Un viaje desde Siria- Cuenta la historia de Malak, una niña de 7 años que vivía en Siria y tuvo que salir huyendo de la guerra, junto con su mamá. Se embarcaron en un bote acompañadas por otras personas en situación similar. Al ver el mar tan grande, Malak tiene miedo y aun más cuando empieza el viento y las olas los mojan e inundan el bote. Al terminar la tormenta, Malak está sola en el bote… Al final aparece la pequeña Malak de la vida real, quien salvó su vida, pero quedó sola… (2)

Otro “Unfairy Tale” es el de Mustafá, un niño de Siria que vivía tranquilamente con su familia y cuya tranquilidad se interrumpió con la guerra. Mustafá nos dice que había guerra todo el tiempo y que sus hermanos fueron obligados a unirse a uno de los bandos en pugna. La familia se quedó sin comida, sin dinero, sin casa. Mustafá tuvo que huir caminando de día y de noche y fue necesario que abandonara sus juguetes más apreciados porque ya no los podía cargar. Ahora Mustafá vive en un campo de refugiados, construido con casas de campaña y aparece al final en vivo, diciendo que no tiene amigos con quien jugar y que no entiende el lenguaje de las personas que viven ahí, que está solo… (2)

En otros países hay muchos niñ@s y adolescentes migrantes, como es el caso de Ana (nombre cambiado), salvadoreña de 15 años a quien un miembro de una pandilla le informó que uno de los jefes de esa banda la quería para él. A la familia no le quedó más que ayudarla para que huyera hacia los EUA acompañada por un guía o “coyote” como son conocidos estos personajes en el lenguaje popular. Cruzando por el desierto fue abandonada por el “coyote” y sobrevivió varios días hasta que la Border Patrol (Patrulla Fronteriza de EUA) la encontró y la detuvo por 3 meses cuando fue repatriada con grave riesgo de su vida y de su integridad. (3)

Los videos de “Unfairy Tales” de UNICEF concluyen con estas palabras: “Algunas historias no están hechas para niños. La vida de niños o niñas como Malak puede ser cambiada con un acto de humanidad. Para cada niño, un #ActoDeHumanidad”.

Va una invitación para hacer un #ActoDeHumanidad cada día durante este mes de l@s niñ@s…

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano


Fuentes de Información:


1. UNICEF-Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia-
2. Unfairy Tales-UNICEF
3. www.milenio.com