Cuando los celos se mudan a las redes

B-SOCIAL, por Brenda Orozco

Hace unas semanas una función de Facebook se volvió muy popular, con ella podías descubrir a qué foto le dieron like o comentaron tus amigos. Aunque no es muy acertada y sólo funciona cuando la configuración de las publicaciones está en inglés, ello no impidió que se desatara un “pequeño” revuelo entre los que casualmente tecleaban el nombre de su pareja.

Con la frase “Photos like by” seguida del contacto de tu preferencia, podías investigar un poco más de la actividad reciente de la persona en la que dices confiar. Lejos de que esto me parezca un chiste, creo que mudar los celos, la celotipia a otros aspectos es un punto bastante serio, porque este tipo de actitudes pueden resultar en violencia.

Realmente no me estoy yendo a los extremos, ya que el hecho de querer controlar a tu pareja y restringir sus contactos, comentarios, mensajes, likes y fotos desvirtúa el propósito de cualquier herramienta tecnológica y red social.  Realicé una búsqueda rápida en Google tecleando “Redes Sociales e infidelidad” y los resultados me sorprendieron: portales, principalmente enfocados a las mujeres, aconsejan “no conversar con amigos si ello puede molestar a tu pareja”, “no subir fotos que puedan resultar llamativas” ¡Indignante! Las relaciones humanas deben estar basadas en la confianza y no en el miedo de ser descubiertos, no se debe limitar la interacción de una persona simplemente por la inseguridad del otro.

Dice BBC.com que Facebook “Se ha convertido en la principal fuente de pruebas del 20% de los divorcios de Estados Unidos, según un reciente estudio de la Asociación de Abogados Matrimoniales de EE.UU.” Siendo muy objetivos, no es la red la que genera la infidelidad o la ruptura, sino todos los problemas previos que ya trae el noviazgo o matrimonio; digamos que simplemente la canaliza.

Entrar de manera clandestina a la cuenta de alguien, tomar su celular sin permiso, hackear su computadora, instalar un programa vigía o crear un perfil falso para seguir/vigilar a alguien, no solo es violatorio de la privacidad, en casos extremos puede hacerte incurrir en un delito. Y sí, pedirle a tu pareja que te mande la ubicación por whatsapp o que te mande fotos de con quién estás para corroborar tus actividades, también es violencia.

¡Cuidado! Los celosos siempre han existido, las inseguridades y baja autoestima no son nuevos, pero lamentablemente se han mudado a otros ámbitos que les facilitan lastimar a quien dicen amar. Evita decir SÍ a la nueva prueba de amor: dar la contraseña de tus cuentas. Tu privacidad es muy valiosa y por encima de cualquier romance o historia idílica siempre estará tu dignidad y el respeto a quién eres y con quien te relacionas.

PRUEBA RÁPIDA

Responde estás preguntas para saber si te encuentras inmerso en un caso de celos 2.0

  1. Tu pareja ¿te ha pedido quitarle la contraseña a tu teléfono o dársela para poderlo consultar en cualquier momento?
  2. ¿Tienen un perfil juntos para ver quién les escribe?
  3. ¿Te hace comentarios sobre la forma que te vistes en tus fotos o te pide “bajes” o elimines alguna?
  4. ¿Te pregunta quién es la persona que recientemente agregaste?
  5. ¿Lleva la cuenta de las interacciones o likes que le das a alguien o de plano te pide bloquearlo?

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