• El combinado germano se resiste a seguir el ejemplo de España e Italia que después de ser campeones del mundo quedaron eliminados en la primera ronda.
  • Por María Prieto (dpa)

Lucir la quinta estrella en la vestimenta oficial es el gran objetivo que Alemania se ha fijado para el Mundial de fútbol de Rusia. El conjunto dirigido por Joachim Löw persigue un desafío histórico que hasta ahora tan solo han logrado Italia y Brasil: conquistar dos campeonatos del mundo consecutivos.

La “Mannschaft” aspira incluso a superar la hazaña de estas dos selecciones, habida cuenta de que en los últimos años se han acostumbrado a coleccionar títulos.

“Podemos hacer historia: el Mundial de Brasil, la Copa Confederaciones y ahora, de nuevo, el Mundial. Eso no lo ha conseguido nadie”, recordó el seleccionador germano antes de poner proa rumbo a Moscú.

La vigente campeona del mundo, que tocó el cielo en el Maracaná hace cuatro años, busca romper con la maldición que persigue a los triunfadores.

El combinado germano se resiste a seguir el ejemplo de España, una selección que tras ganar las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de Sudáfrica de 2010 puso punto y final a una época dorada al caer eliminada en la fase de grupos del Mundial de Brasil.

Dos tropiezos ante Holanda y Chile dejaron a La Roja noqueada. Tiempo atrás, Italia corrió la misma mala suerte. Llegó como campeona a Sudáfrica en 2010 y se despidió a la primera de cambio. Francia, campeona de la Copa del Mundo de 1998, también cayó en la primera fase en el Mundial de Corea del Sur y Japón disputado cuatro años más tarde.

Con este historial reciente, Alemania, campeona del mundo en 1954, en 1974, en 1990 y en 2014, prefiere remontarse a mediados del siglo pasado para fijarse en los hitos firmados todavía en blanco y negro por Italia y Brasil.

La escuadra conocida como “La Azzurra” subió a lo más alto del podio en dos ocasiones consecutivas: primero en 1934 en casa y cuatro años más tarde en el campeonato disputado en Francia. La “canarinha”, por su parte, se alzó con la corona en el Mundial de Suecia de 1958 y en 1962 repitió su gesta en Chile.

Para no llevarse sorpresas desagradables, el mediocampista alemán Toni Kroos, actual campeón de la Champions League europea con el Real Madrid, recalcó la importancia de afrontar el Mundial de Rusia con “humildad”.

“Creo que casi todas las selecciones ‘top’ han mejorado respecto a 2014. Francia es mejor. Brasil está dos peldaños por encima. España es mejor. Tenemos que ir con humildad”, señaló el centrocampista durante la concentración que la “Mannschaft” llevó a cabo en las pasadas semanas en la localidad italiana de Appiano.

Alemania intentará por todos los medios incomodar a sus rivales. Sabe que su condición de favorita le exige rozar la perfección y evitar a toda costa errores que puede pagar muy caros. Durante dos años, Joachim Löw probó y observó el juego de más de 40 futbolistas. Algunos candidatos, como el héroe nacional Mario Götze que anotó en Río de Janeiro el gol de la victoria en la final disputada ante Argentina en el Mundial de Brasil, se han quedado en casa. Otros rostros menos conocidos, como Marvin Plattenhardt, sí que han podido hacer las maletas para ir a Rusia a cumplir con un sueño.

La vigente campeona confía en que la experiencia propicie que la suerte esté de nuevo de su lado. Al igual que en Brasil, el campeonato se disputa este año en un país de dimensiones continentales donde la logística constituye uno de los principales retos. Once sedes situadas en cuatro husos horarios y separadas por distancias de miles de kilómetros que hacen indispensable el uso del avión añadirán más exigencia a los retos netamente deportivos.

Alemania debuta en el Mundial de Rusia en Moscú el próximo 17 de junio ante México por el Grupo F, integrado también por Suecia y Corea del Sur. Las entradas para ver a la vigente campeona del mundo en la fase de grupos hace ya tiempo que están agotadas.

La afición se muestra deseosa de que Müller, Hummels, Boateng y compañía desplieguen un buen juego, sobre todo después de las dudas generadas durante la fase preparatoria del campeonato, donde Alemania tan solo logró firmar una victoria en los cuatro amistosos disputados.

“No estoy preocupado porque sé que vamos a seguir mejorando. La próxima semana estaremos más rápidos y dinámicos y tendremos más poder”, aseguró Löw antes de poner rumbo a Rusia.

Ahora el entrenador alemán dispone de una semana para definir el once inicial con el que enmendar los errores cometidos y generar de nuevo ilusión entre seguidores acostumbrados a entonar el himno de la victoria.