¿CÓMO RENEGOCIAMOS EL TLCAN? 

BIOECONOMUNDO, por Rodrigo Diez de Sollano

Después de varios cambios de opinión acerca de la conveniencia de renegociar o abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), finalmente el gobierno de los Estados Unidos de América (EUA) ha dado señales claras a través del Secretario de Comercio, de que están dispuestos a iniciar las renegociaciones en julio de este año, siempre con la salvedad de que podrían abandonar el TLCAN si no hay acuerdos favorables para EUA.

Por su parte el gobierno de México ha declarado por medio del Secretario de Relaciones Exteriores y el de Economía, que está dispuesto a sentarse a negociar, pero si no se llega a acuerdos benéficos para México, este país podría dejar el TLCAN.

¿Cuáles son los resultados que respectivamente los gobiernos de EUA y de México consideran benéficos para su país?

Con la información que se tiene hasta este momento, EUA buscará hacer más estrictas las “reglas de origen”, es decir, ¿cómo se cuantifica el que un determinado producto es fabricado o producido dentro de la zona del TLCAN?, ¿qué porcentaje del valor del producto debe ser originario de cualquiera de los 3 países miembros para poder gozar de las prerrogativas del libre comercio?

Para México puede ser una ventaja que se hagan más estrictas las “reglas de origen” porque esto podría significar que empresas chinas o coreanas deban traer su producción a México para ser competitivos. Esto será especialmente significativo para la industria automotriz en México, la cual incluye una fuerte participación de las empresas norteamericanas y un alto porcentaje de piezas importadas de EUA. Paralelamente los negociadores mexicanos han dicho que no aceptarán la imposición de cuotas de importación y de aranceles porque esto sería una regresión a la situación anterior al TLCAN.

Otros puntos sensibles para ambos países pueden ser ciertos productos agrícolas, especialmente el maíz, las manzanas, aguacates, jugo de naranja, etc. Es clara la desigualdad entre los sectores agropecuarios de los dos países por lo que la negociación deberá tomarla en cuenta para obtener ventajas para los productores mexicanos, precisamente en las zonas que originan esos productos. Esto puede ser de varias formas: con tecnología, financiamiento, capacitación, valor agregado, transporte, etc. y desde luego con ventajas comerciales.

Por otra parte, cuando se firmó el TLCAN el comercio electrónico no existía y las comunicaciones por la red de Internet eran muy incipientes, por lo que estos temas no forman parte de este tratado y para ambos países es muy importante incluirlos. Será necesario que los negociadores mexicanos cuiden las posiciones de tal manera que no se cierre la posibilidad de obtener equipos y tecnología de otros países no miembros del TLCAN.

Otros temas que están fuera del TLCAN son el petróleo y la energía eléctrica porque en 1994 México no tenía ni la apertura ni las leyes que existen actualmente y que permiten la inversión extranjera en estos rubros. Nuevamente, los negociadores mexicanos tendrán que vigilar los términos de los acuerdos para no cerrar las puertas a inversiones de otros países, especialmente en lo que se refiere a la energía renovable. Además de asegurar el control nacional del uso de los recursos naturales de México.

Un tema que no fue incluido en el acuerdo original es la libre movilidad de las personas, tal como sucede entre los países de la Unión Europea. Es muy importante avanzar en este tema, aun cuando solamente se inicie un proceso que durará varios años, empezando con acuerdos para obtener contratos temporales e ir igualando los ingresos de la fuerza laboral entre ambos lados de la frontera. La negociación de este tema NO debe incluir que México se convierta en el cazador de migrantes centroamericanos para impedirles que lleguen a EUA.

El tema queda abierto hasta que concluyan las negociaciones, pero si es muy importante insistir en que la renegociación tendrá que ser aprobada por los legisladores de cada país, por lo que es necesario acelerar el paso para que las elecciones de 2018 no entorpezcan los acuerdos.