CICLOVÍAS: ¿SÍ O NO?

BIOECONOMUNDO, por Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano

Durante la presente administración municipal de Guadalajara (Jalisco, México) ha habido un crecimiento importante en la longitud de las ciclovías que recorren la ciudad. Este crecimiento ha generado opiniones encontradas entre quienes defienden su construcción y quienes las rechazan.
Los argumentos de ambos bandos son dignos de tomarse en cuenta:

A favor:
• Las ciclovías no son para uso recreativo (que también podrían serlo). Son una forma de facilitar y hacer más segura la circulación de un medio de transporte distinto, que es la bicicleta.
• Los carriles exclusivos para bicicletas son indispensables para impulsar a más personas para que utilicen la bicicleta como medio de transporte, no solamente los fines de semana para uso recreativo o deportivo.
• Una red amplia de ciclovías en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) disminuirá el uso de automóviles haciendo más ágil la circulación motorizada.
• Con el indispensable complemento de un buen transporte público y una buena sincronización de los semáforos y la ampliación del sistema de bicicletas públicas (MiBici), los habitantes de la ZMG podrán movilizarse más rápidamente a sus destinos, disminuyendo el tiempo dedicado al transporte.
• La contaminación ambiental disminuirá en la ZMG al circular menos vehículos motorizados.

En contra:
• Las ciclovías restan espacio a los automóviles, a los autobuses y los transportes de carga, provocando congestionamientos.
• Muchas personas no pueden utilizar la bicicleta y no es posible obligarlas a utilizar este medio de transporte.
• El número de ciclistas en la ZMG no amerita las inversiones y los espacios públicos que utilizan.
• Los ciclistas estorban el tránsito de los vehículos y son un peligro para sí mismos por la imprudencia con la que conducen sus bicicletas.

Desde hace cerca de 15 años se presentó a las autoridades municipales y estatales una propuesta de construcción de una red de ciclovías de cerca de 300 km de longitud en la ZMG. Con gran lentitud por parte de las autoridades se han construido algunos kilómetros de ciclovías, en algunos casos paralelos a parques lineales, pero aún falta mucho por hacer. Conforme se vayan construyendo más ciclovías, el número de usuarios crecerá (esto ya ha sucedido), porque quienes actualmente (como yo) no utilizamos la bicicleta como medio de transporte por temor a un accidente, al disponer de ciclovías más seguras nos animaremos a utilizarla.

Pero es muy importante hacer notar que no se trata de que la bicicleta sustituya a los vehículos motorizados, sino que se busca crear un sistema de transporte en la ZMG que sea multifuncional, en el cual puedan convivir peatones, ciclistas, motociclistas, automóviles particulares y públicos, autobuses urbanos, transportes de carga, etc. para lo que se requiere de una planeación integral que contemple a todos los usuarios.

Tal vez en algunas calles o avenidas sea necesario restringir el paso de vehículos de carga y en otras se restrinja el uso de bicicletas o de autos particulares o incluso diseñar calles exclusivas para bicicletas, todo ello bajo un plan general.

Además de la construcción de ciclovías y/o de calles exclusivas para cierto tipo de vehículos o de calles peatonales, se requiere urgentemente de Educación Vial (así con mayúsculas) para TODOS: automovilistas, transportistas, ciclistas, motociclistas y peatones. Entre otras cosas se necesita insistir en NO utilizar los teléfonos celulares (y menos aún, “mensajear”) al ir caminando o conduciendo cualquier tipo de vehículo (incluida la bicicleta). También se requiere mejorar la señalización, particularmente para dar vuelta a la derecha, tomando en cuenta que los ciclistas están circulando por el carril del extremo derecho y que los peatones deben tener prioridad sobre cualquier vehículo que de vuelta a la derecha.

La educación vial implica desarrollo del respeto a los derechos de los demás y hacer valer el respeto de los demás a mis propios derechos. Pero la educación vial debe ir acompañada de una campaña de “hacer valer la ley”, ya que de nada sirve tener una hermosa ley de tránsito, si podemos violarla sin que haya consecuencias legales y económicas. Esto es válido para peatones, ciclistas, motociclistas, automovilistas, transportistas, etc. y por cierto, podría ponerse en práctica en la “Vía Recreactiva” en la que circulan algunos ciclistas “poco respetuosos de los demás”, por decir lo menos…

El punto central es que NO hay, ni debe haber, usuarios de primera y usuarios de segunda de los espacios públicos. Todos tenemos derecho a utilizar las calles de la ciudad y eso requiere de un ordenamiento que valga para todos.

NOTA FINAL:

El día de hoy (domingo 9/julio/2017) al cierre de las casillas de la consulta popular en relación a la construcción de ciclovías en la avenida Marcelino García Barragán, aparentemente los resultados de la votación favorecen la construcción de las ciclovías.
Pregunta curiosa: ¿Cuál es el objeto de hacer esta votación si su resultado no es vinculante para las autoridades?