• Se trabaja en evaluar daños al agro por sismos y meteoros: Héctor Padilla
  • Por Salvador Y. Maldonado Díaz

GUADALAJARA, Jalisco. 24 de septiembre de 2017.-  El presidente de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario ( AMSDA ), Héctor Padilla Gutiérrez, informó que se trabaja en cuantificar los impactos en la producción de alimentos, derivados de las secuelas de los daños a la población de los Estados afectados por fenómenos climáticos de esta temporada  y los recientes terremotos.

Expresó a nombre de AMSDA su solidaridad con todas las familias afectadas por los desastres naturales que han impactado principalmente en el centro y sur de la República.

El también secretario de Desarrollo Rural de Jalisco resaltó que es prioridad para el Gobierno de la República, la pronta recuperación de las zonas dañadas y, sobre todo la reconstrucción de viviendas e inmuebles destruidos por los terremotos que impactaron a México y las lluvias que azotaron a Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Guerrero, Puebla y a la capital del país, entre otras entidades.

El presidente de la AMSDA informó que los secretarios que tienen que ver con el campo, los bosques y la pesca en cada uno de los estados afectados cuantifican los daños en el sector, cooperan con sus respectivos gobiernos en el apoyo a los paisanos que han quedado prácticamente sin nada a causa de los dos sismos – el del 7, el del 19 y 23 de septiembre–, que conmovieron a la nación.

Héctor Padilla Gutiérrez se pronunció a favor de impulsar con más recursos  al CENAPRED –Centro Nacional de Prevención de Desastres—ya que México se encuentra en el  Cinturón de Fuego del planeta e indicó que lo mismo debe hacerse en cada Estado en particular, así como por parte de la iniciativa privada.

Recordó que el campo es muy sensible a los efectos de fenómenos climáticos y telúricos, como lo señalan los estudios de diversas fuentes que destacan que los campesinos son víctimas recurrentes de fenómenos naturales, como las sequías prolongadas, las severas inundaciones, los sismos de magnitud variable o las erupciones volcánicas, que ocurren con frecuencia, igual que las tormentas tropicales o los huracanes que destruyen cosechas, viviendas e instalaciones en perjuicio de miles de productores.

Según esas investigaciones, nuestra nación es sumamente propensa a los desastres por estar situada en el llamado Cinturón de Fuego del planeta, una zona donde ocurre 80 por ciento de la actividad sísmica y volcánica a escala mundial. Se encuentra también dentro de cuatro de las seis regiones generadoras de ciclones en el mundo. Además, es muy probable que ahora mismo estemos presenciando un incremento de esa vulnerabilidad, dados los estudios que advierten sobre el riesgo de mayor incidencia de fenómenos naturales extremos.

EL DATO

En la historia reciente de fenómenos sísmicos y meteorológicos de gran impacto social, figuran       sismo que sacudió la Ciudad de México en 1985, el huracán Gilberto en 1998, los huracanes Wilma, Stan y Patricia, además del huracán Paulina, entre otros meteoros de grandes efectos destructivos.