¿Celebraste el Día del Padre?

NOSCE TE IPSUM Por: Josman Espinosa Gómez

“Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.”

Enrique Jardiel Poncela

Todos sabemos sobre la maternidad y su importancia, hay miles de razones y motivos por los cuales la madre es única en la vida de los hijos, es una relación de amor incondicional, pero también es cierto que el padre también tiene un rol preponderante en la vida de los hijos, más allá de los ya sabidos argumentos sobre la responsabilidad paterna, el padre también tiene un rol único para sus hijos, más allá de la relación con la madre, de sus acuerdos y desacuerdos, cuando el padre logra consolidar su verdadero rol en cada etapa de la vida de sus hijos, será un ejemplo invaluable, pues los hijos siempre saben y admiran la valentía y lucha de las madres, pero los hijos jamás olvidarán la constancia y fortaleza de su padre.

El escritor colombiano Héctor Abad Facio define muy bien la naturaleza de la parentalidad cuando afirma: “Tengan hijos, es la experiencia más rara, más íntima, más intensa, más definitiva, más alegre y dolorosa de todas las que se pueden tener”.  El ser padre implica contribuir en la formación integral de una persona; es una responsabilidad que va entre la satisfacción de asumir esa función con su responsabilidad y el gran temor a equivocarse en ello. Esta ambivalencia genera siempre ansiedad constantemente, en gran parte por la proyección y dimensión que se le da actualmente al rol de padre. Es por ello que los padres de hoy se buscan informar y capacitar constantemente sobre la crianza de sus hijos, quieren aprender a ser un buen padre y con ello tratan de combinar sus propias características como personas a la función de ser padre y a la par intentar lograr el mejor acompañamiento de sus hijos en su desarrollo. El reto de ser padre hoy pasa por empezar a ser consciente del sistema familiar del que uno fue producto y el esfuerzo por mejorar las áreas de oportunidad de ese sistema impartido por nuestros propios padres, sumado al reto de adaptarlo lo que sabemos y aprendemos al mundo de hoy y todos sus retos.

Por lo tanto, ser padre nunca ha sido una tarea fácil y se logra solo siendo padres día a día; el ser padre se construye en la cotidianidad, se asume en la medida en que se brinda la posibilidad de generar los intercambios verbales, gestuales, afectivos, corporales y sensitivos con tu hijo, pero es un hecho que poder hacer esto, solo se da con la convivencia estrecha e interactiva constante. Sumado a lo anterior, hay que reconocer que el ser padre no solo parte de los padres, sino que el hijo con sus características propias también influye y orienta la relación que él y su padre construirán, y no olvidar que, aunque sepamos que ser padre es una tarea compleja, dinámica y única, todo esto cambia con cada niño y su individualidad.

Si este Día del Padre te diste el tiempo para celebrar, te felicito, porque te lo mereces, todo padre que ha trabajado la relación con su hijo sabe que es agotador, pero sin duda es la experiencia más placentera y auténtica que tendremos en toda nuestra vida; sobre todo cuando día a día tu hijo va reconociendo todo ese esfuerzo y valora las virtudes que a manera de ejemplo van aprendiendo de ti, aunque con el tiempo se conviertan en nuestros jueces más severos, este vínculo será indestructible y además lo harán extensivos a sus propios hijos. Es por ello que todos los padres no podemos perder un solo segundo de aprovechar esta gran oportunidad en la vida, no desperdiciarla puede convertirse en el mejor regalo que alguna vez recibas y puedan hacerles a sus hijos.

Así que se vale celebrar este día, pero trabajemos por ello cada día del año, porque desde el día que nos volvimos padres y supimos que nuestro hijo se estaba gestando, asumimos la tarea más importante y noble que puede tener un ser humano y con el tiempo fuimos dimensionando nuestros alcances y límites de nuestro nuevo rol, pero sin duda algo supimos desde el primer día a pesar de todos los miedos y ansiedades y es que a pesar de todos los retos que tendríamos y seguiremos enfrentando, es que haríamos todo lo posible para estar ahí incondicionalmente y a pesar de que podamos equivocarnos, supimos que el no estar, podría ser el único error que no podríamos perdonarnos jamás.

A todos los padres que han estado a pesar de todos nuestros miedos y ansiedades, pero que han estado, están y estarán aprendiendo día a día disfrutando a sus hijos.

¡MUCHAS FELICIDADES PAPAS!

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