• Durante varios años se festejó el 15, 16 y 17 de septiembre, lee y entérate por qué.
  • Por Ricardo Capilla Vilchis

Ciudad de México. 15 de septiembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Septiembre es para los mexicanos el mes de la patria, a lo largo y ancho de México la gente se reúne para llevar a cabo celebraciones conmemorando la fecha en que nuestro país se independizó de España. Pero, ¿sabes qué es lo que estamos celebrando?

Sergio Alejandro Cañedo Gamboa, doctor en historia e investigador perteneciente a El Colegio de San Luis (Colsan) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y también miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), habló sobre el origen de la celebración que se lleva año con año el 15 de septiembre y su significado.

“La aparición de esta celebración se debe a que forma parte de las nuevas prácticas que emprenden las naciones que van surgiendo en América con el inicio de los movimientos independentistas que prevalecieron en las décadas de 1810 y 1820, y en el caso de México, lo que acontece es que aquellos que están al frente del poder de la nueva nación comienzan a organizar una celebración que conmemore este acto”, explica Cañedo Gamboa.

Aunque la celebración de la Independencia de México no tiene un origen preciso, se puede considerar que los primeros festejos surgen aproximadamente en el año 1812, cuando Ignacio López Rayón encabeza las festividades del movimiento Insurgente a dos años de haberse iniciado; sin embargo, la primera formalización de esta fecha se da en 1823 por el Congreso Constituyente General de México y posteriormente el mismo Congreso Nacional emite en 1824 un decreto en el cual se establece la celebración de manera oficial.

La celebración en sus inicios contenía tres elementos importantes. El primero de ellos era la reunión de grupos de ciudadanos en organizaciones conocidas como juntas patrióticas, conformadas por políticos, intelectuales, religiosos, comerciantes y miembros provenientes de diversos sectores de la sociedad, quienes se reunían usualmente en los meses de junio y julio para realizar los preparativos previos a la celebración de septiembre.

El segundo elemento era el protocolo de la celebración, el cual estaba constituido por actos civiles y religiosos. El acto religioso acostumbrado era una misa de Acción de Gracias o Te Deum, lo que era indicativo de una sociedad con fuertes creencias religiosas predominantemente de culto católico, mientras que los actos civiles eran un desfile (basado en procesiones cívicas como el Paseo del Pendón Real, las cuales se realizaban en la Nueva España para celebrar el ascenso al trono de un nuevo rey y que se reiteraban anualmente), la arenga de discursos en la plaza principal de las ciudades, conciertos, así como actividades públicas y privadas tales como cenas o ambigús que se celebraban en el interior de los edificios administrativos, o bien actividades lúdicas diseñadas para la población en general.

El tercer elemento de la celebración eran los días en que esta se llevaba a cabo, los cuales se modificaron a lo largo del tiempo, incluso llegó a tener una duración de tres días, pues durante varios años se festejó el 15, 16 y 17 de septiembre. El 15 representa el inicio de la gesta heroica, más conocido como El Grito; el 16 se celebraba con la realización de un desfile, la lectura de discursos, oraciones cívicas, así como con la presentación de un sermón en la misa de Acción de Gracias en la iglesia principal de las poblaciones; mientras que el 17 representaba una celebración fúnebre en honor a las “primeras víctimas de la patria” y a aquellas personas desconocidas que dieron su vida por la patria, con ello se daba culto a los héroes desconocidos que habían participado en la gesta por la independencia.

Estos días de celebración han ido modificándose con el paso del tiempo. Actualmente solo se celebran el 15 y 16, quedando atrás el día 17, el cual dejó de celebrarse hacia el final de la primera mitad del siglo XIX, ya que para ese entonces los descendientes de aquellos que lucharon y murieron en 1810 disminuyeron en su número considerablemente. Por ello la fecha cayó en el olvido.

“En suma, tenemos esa forma en que se organizaba esta fiesta, ese origen que tiene en sus protocolos. Su organización y su formato fueron retomados, modificados y adaptados para las nuevas formas de celebración de la nación independiente“, expresó el investigador.

Además de lo anterior, el doctor Cañedo Gamboa menciona la necesidad de crear un panteón cívico, en el cual aparecen los héroes que tienen un nombre, como Morelos, Aldama, Hidalgo, etcétera, además de aquellos que no poseen uno, como es el caso de todas aquellas personas que murieron durante la lucha.

¿Por qué lo celebramos año con año?

“Estar refrendando cada año la idea de la nación, de la patria y de la independencia tiene como fin reiterar nuestro lugar en el mundo como nación independiente, y hacer ver hacia el exterior que somos una nación que ha surgido de un acto fundacional, que tiene unas raíces, unos padres de la patria, una soberanía y valores propios”, destacó.

Esta celebración reiterativa de la independencia de nuestro país sirve además para distinguirnos de entre las demás naciones y buscar mantener nuestra identidad por medio de la gastronomía, las artes, tradiciones y símbolos, pues las sociedades del mundo se ven cada vez más inmersas en un sistema globalizado en el que las economías son interdependientes, y por ello es importante tratar de consolidar lo que aún podríamos considerar como mexicano.